Red de pensamiento: la experiencia de un diplomado dirigido a tejedoras
Cuando conocemos a una persona que se dedica al diseño textil, podemos pensar que cursó esa carrera en alguna institución educativa, durante al menos cuatro años, para obtener un título. En algunos casos, esa misma persona podría haber optado por alguna especialidad y, con ello, sumar uno o dos años a su carrera educativa. Aunado a lo anterior, gracias a su título, podría tener acceso a una mayor oferta educativa a nivel posgrado, sea o no en el ámbito textil.
Ahora bien, cuando conocemos a una persona que se dedica al tejido en telar de cintura, ¿son iguales nuestras suposiciones que cuando hablamos de alguien que viene desde el diseño textil? ¿Asociamos el tejido en telar de cintura con una carrera educativa? ¿Tomamos fácilmente las décadas dedicadas al telar como un equivalente a una serie de posgrados? Hay que recordar que no se trata solamente de una persona de 40 años que haya comenzado a tejer a los 4 o 6 años de edad: se trata de la transmisión de conocimiento de una generación a otra, un conocimiento que se resguarda, se enriquece y se honra con el tiempo. ¿Por qué, entonces, no asociamos los títulos de licenciatura, maestría o doctorado a tejedores que llevan 10, 30 o 50 años en el telar de cintura?
Estas son algunas de las reflexiones que compartimos Elvira Espejo Ayca y un servidor hace seis años, durante el encuentro de El Museo Reimaginado. Elvira es artista visual, tejedora, poeta y directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore en La Paz, Bolivia. ¿Cómo dar un título a las tejedoras?, nos preguntábamos. Una segunda pregunta brotaba de forma automática: ¿Qué institución educativa estaría abierta a validar el conocimiento intergeneracional que existe entre tejedoras y tejedores de pueblos indígenas? Y aun si la validara, ¿sería posible otorgar un título a una persona que quizá no cuenta con una carrera académica? Para obtener un posgrado, se requiere contar con un grado. Si nos asomamos a las estadísticas del INEGI, veremos que el promedio nacional de escolaridad en nuestro país llega poco más allá del tercer año de secundaria.1 ¿Cómo, entonces, brincar de la secundaria a un (pos)grado?
Durante los últimos cuatro años, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, por medio del Museo Textil de Oaxaca, en coordinación con la Universidad La Salle Oaxaca, la Universidad Nacional Autónoma de México mediante la Facultad de Filosofía y Letras, y el Centro Ayuujk-UNAM, nos sentamos a conversar sobre esta problemática. Debíamos superar el requisito de contar con un título universitario para tener acceso a un diplomado, pues una de las razones para impulsar un diplomado dirigido a tejedoras era justamente atajar la falta de acceso a oportunidades educativas. Elvira Espejo tomó la batuta para trazar los ejes temáticos que se abordarían durante las 120 horas de programa. A ella se sumaron cinco tejedores de amplia experiencia: Yatahli Rosas Sandoval, de San Andrés Chicahuaxtla; Yecenia López de Jesús, de Xochistlahuaca (Guerrero); Loreto Millalén Iturriaga, del territorio de Wallmapu (territorio ancestral mapuche en el extremo sur de nuestro continente); Moisés Martínez Velasco, de San Pedro Cajonos, e Hilán Cruz Cruz, de Tlacomulco (Puebla). Además, contaríamos con las participaciones especiales de Román Gutiérrez Ruiz, de Teotitlán del Valle, y Lynda Teller Pete, tejedora y educadora diné (navajo). Con un cuerpo coordinador de estas características, donde confluyen distintos territorios e idiomas, lo natural era que el diplomado estuviera abierto igualmente a una gran diversidad de territorios e idiomas.
El inicio de este 2024 vio la publicación de la convocatoria para este programa. Debido a su amplia cobertura geográfica, optamos por llevar 90 horas en modalidad virtual y 30 horas en modo presencial. Sabíamos que el aspecto virtual podía ser un obstáculo para varias personas, pero fue la manera que hallamos para cumplir de forma regular el número de horas que se nos solicitaba. ¿El resultado? Se seleccionaron a 19 personas procedentes de distintas localidades ubicadas en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México y Perú. El español sería el idioma puente para todo el grupo, pero a lo largo del programa se haría especial énfasis en recurrir a las lenguas habladas en las comunidades representadas para acercarse al estudio de las propias tradiciones y prácticas textiles. En esta ocasión, en el grupo existía un total de 15 idiomas hablados, sin contar el español.
El diplomado arrancó, y los meses de abril a septiembre se escurrieron entre reuniones por Zoom, mensajes de texto, audio y video por WhatsApp, así como mediante la elaboración de bolsas viajeras (nuestro equivalente a un portafolio de evidencia de trabajo). Las bolsas se mantenían en la virtualidad gracias a la plataforma que nos proporcionó la ULSA Oaxaca. En ellas, el grupo de participantes iba guardando sus reflexiones, anotaciones, esquemas, lecturas complementarias, entre otros. La semana de actividades presenciales se llevó a cabo en la localidad de San Pedro y San Pablo Ayutla, gracias al invaluable apoyo de Yásnaya A. Gil y su vinculación con la UNAM. Nueve de los diecinueve participantes lograron llegar a Oaxaca y, en la sierra, realizaron intercambios y establecieron vínculos importantes. Se llevaron a cabo prácticas de hilado de distintas fibras con ayuda de malacates/torteras: lana de oveja, pelo de llama y de alpaca, seda. Hubo una demostración de teñido con tintes naturales, completa novedad para algunos de los participantes. Al concluir las prácticas de preparación de los hilos, cada participante mostró su telar: cómo está conformado y su funcionamiento, desde un enfoque propio a partir de los idiomas hablados por cada uno. Como mencionó la Dra. María Isabel Grañén: “Este evento refuerza uno de los propósitos principales de la FAHHO: desdibujar las fronteras entre los pueblos, países y personas para tejer una forma de vida constructiva a través del arte, la educación, la reflexión y, en este caso, la complejidad que brota de los hilos”.
El diplomado titulado “Saberes intergeneracionales e interculturales sobre la elaboración de textiles hechos en telar” terminó con una ceremonia de clausura en el Auditorio de Estelas de la ULSA Oaxaca gracias a la apertura de su rector, el Dr. Luis Salgado Fernández. Esta ha sido una gran lección para todas las personas e instituciones que estuvimos involucradas y, sin duda, tendremos oportunidad de mirar hacia atrás, evaluar y ajustar contenidos y dinámicas para una próxima edición.