PRIMERA DÉCADA DEL COLOQUIO DE LENGUAS OTOMANGUES Y VECINAS
El 21 de marzo de 2012, Día Mundial de la Poesía, las letras oaxaqueñas sufrieron la pérdida del profesor Mario Molina Cruz, originario de Villa Hidalgo, Yalálag. Su partida no sólo enlutó a la literatura, sino también a la educación, a la lingüística y a la antropología. Además, arrancó a la comunidad hablante de zapoteco un notable miembro. Es por eso que el Coloquio sobre Lenguas Otomangues y Vecinas (COLOV) celebró su sexta edición y su décimo aniversario homenajeando al maestro serrano.
El encuentro bianual, que reúne a especialistas y promotores de lenguas, combinó conferencias magistrales, mesas, talleres y eventos culturales para entender y celebrar a esta antigua familia lingüística.
Teniendo como antecedente el congreso “La Voz Indígena de Oaxaca”, organizado por Pamela Munro, G. Aaron Broadwell y Kevin Terraciano en Estados Unidos, la primera edición del coloquio llevó el nombre de Conference on Otomanguean and Oaxacan Languages (COOL). Estuvo a cargo de Rosemary Beam de Azcona y su sede fue la Universidad de California, Berkeley, en 2004. Gracias al entusiasmo de Alejandro de Ávila, el coloquio se trasladó a Oaxaca, por ser la entidad con mayor concentración de lenguas otomangues, diez de las quince habladas en el territorio pertenecen a esta familia. Desde entonces, el encuentro se realiza bajo el nombre de COLOV y homenajea en cada edición a algún experto en el tema.
Dentro de los organizadores más constantes se encuentran Alejandro de Ávila, Michael Swanton, Sebastián van Doesburg, Áurea López Cruz, Yásnaya Elena Aguilar y Tajëëw Díaz. El apoyo económico es de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.
Según Swanton, director de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, uno de los principales objetivos del COLOV es “vincular a la comunidad académica con los hablantes” mediante una gran diversidad de actividades. Por tal motivo se lanza una convocatoria para quienes deseen ofrecer una ponencia y se abren espacios para actividades artísticas vinculadas con las lenguas otomangues y otras lenguas de la región. Al final de cada coloquio se realiza una asamblea donde hay retroalimentación de todos los participantes y se definen algunos aspectos para la próxima edición.
En 10 años de existencia, el COLOV ha tenido grandes logros y avizora nuevos. Uno de los más cercanos es la próxima emisión de las memorias y textos destacados de cada coloquio, en colaboración con la UNAM.
Para mayor información consulte http://www.bibliotecajuandecordova.mx/colov
EXPOSICIONES RELACIONADAS CON EL COLOQUIO DE LENGUAS OTOMANGUES Y VECINAS
El Museo Textil de Oaxaca vincula los hilos con la lengua a partir de dos exposiciones. En Un árbol que florece: textiles de los grupos otomangues y sus vecinos, se muestran huipiles, blusas, talegas, quesquémeles y servilletas elaboradas por distintos pueblos de lengua otomangue, así como hablantes de algunas lenguas vecinas. Además, se dedica una sección a tejidos y fotografías de Yalálag, lugar de origen de Mario Molina Cruz, a quien se dedicó la sexta edición del COLOV. La exposición Vestirse de Natalia. Textiles y joyería de Natalia Toledo también aborda la lengua. En este caso, a través de poemas escritos en distintas lenguas y posteriormente bordados sobre el formato del huipil istmeño. Estas dos exhibiciones hacen énfasis sobre el cordón que une al textil y a la lengua como elementos de identidad y de expresión.