Boletín FAHHO No. 27 (Nov-Dic 2018)

PRIMER ANIVERSARIO: ÁRBOL DE LIBROS

Nancy M. Rojas

Sembramos un árbol, pusimos la semilla y empezó a crecer. Apenas tiene un año, pero ya se distingue. Falta mucho para que crezca fuerte y frondoso, para que se vean sus flores a lo lejos, que su sombra alcance a muchos; pero ya está plantado y ya se ve. Quienes habitan este árbol nos ayudan a cuidarlo, porque una manera de cuidar los árboles –además de regarlos con agua– es regarlos con atención, con amor, con abrazos, porque a los árboles como éste se les abraza de muchas maneras: leyendo bajo su sombra, visitándolo, jugando en él y con él sin maltratarlo, descubriendo todo lo que el árbol ofrece.

Nuestro árbol tiene un nombre, le hemos puesto BS Canteras, y ya dio sus primeros frutos. Lo festejamos con mucho cariño porque está cumpliendo un año. Este festejo es compartido con la gente que es su amiga, muchos de ellos vecinos de la zona de todas las edades, por eso decidimos celebrarlo con algunas historias que lo han habitado en este primer año.

Juanito empezó a venir con su mamá, papá y hermana, algunas veces su papá viene un rato, otras viene con su mamá; todavía no habla, no porque no pueda o no sepa, sino porque es más divertido pedirlo todo con balbuceos o, mejor aún, señalando las cosas. Juanito siempre trae puesta su gorra. Después de varias visitas, cuando su mamá deja su bolsa en el guarda objetos, él se quita su gorra y la entrega para que también la guarden. Pasa tiempo principalmente en la bebeteca y en la ludoteca, siempre viene de buenas, le señala a su mamá los libros que quiere leer y, cuando se van, con un ruidito muy lindo dice que quiere su “mjjmkj”. Les entregamos a ambos sus pertenencias y esperamos hasta su próxima visita.

Alan viene algunas mañanas, siempre vestido de blanco. Tiene algunas horas libres en la escuela y le gusta venir hasta acá a estudiar; cuando descansa aprovecha para leer uno o dos capítulos de alguna novela de la sala juvenil. Nos cuenta que le gusta estar aquí porque siente mucha paz, porque le encanta el lugar, los libros, el olor. Dice que quiere irse a otro lugar para aprender más y ser un gran médico. Le respondemos que seguro lo logrará. Lo dijimos no por atención, su manera de ser lector augura que así será.

Iris y su mamá son vecinas de la biblioteca. Nos visitan con frecuencia, no se pierden ningún taller. Al principio, Iris se inscribía a todos los talleres mientras su mamá esperaba pacientemente. Algunas veces la mamá se encontraba con alguna vecina y conversaban, otras leía algún libro de su interés. Ahora Iris se inscribe a casi todos los talleres y su mamá a los que le interesan. Cuando se marchan, que casi siempre es al cerrar, caminan abrazadas en el corredor que da a la puerta. 

Daniel viene al menos una vez por semana. Es fanático de las historietas, así que lee en la comicteca. Cuando ha pasado poco más de media hora desde su llegada, entra una joven más o menos de la misma edad de Daniel, pasa al área juvenil, busca la novela que está leyendo y sube las escaleras, escoge el área de cómic, se sienta pegadita a Daniel, leen cerca de media hora más y salen juntos. 

Cada vez que nos visitan Frida y su papá, Frida hace un recorrido por casi todas las salas y en cada una hace algo distinto: en la sala juvenil besa y abraza a la jirafa un montón de veces; en la sala infantil juega un rato en la computadoras con ayuda de su papá; en la bebeteca se quita los zapatos, va y viene de la ballenita literaria, leyendo una y otra vez los mismos libros y, por último, va a la ludoteca donde juega un ratito. Cuando su papá le dice que es hora de irse, entonces ella se enoja, llora patalea… Pero su padre, que conoce muchos trucos para calmarla, recoge sus cosas. Frida es ahora la que va detrás de él, quien saca una fruta que pone a la altura de la boca de la niña. Frida sigue la fruta hasta que la alcanza y se calma. Nunca nos dice adiós porque, aunque está más calmada, sigue enojada por irse. 

La BS Canteras abrió sus puertas el 11 de septiembre de 2017. A las 5 de la tarde con algunos minutos de ese mismo día recibimos a nuestros primeros usuarios, pero fue hasta el 21 de octubre del mismo año que hicimos un festejo de apertura, por tanto, el 21 de octubre de cada año será el “Día Grande” de nuestra biblioteca, como se acostumbra a llamarle en los pueblos a las festividades importantes. Agradecemos infinitamente a todas las personas que han hecho posible que la BS Canteras se habite de murmullos, de miradas, de talleres, conversaciones, juegos, música, mochilas, esperanza y luz. Con mucho cariño, admiración y respeto, el equipo de la BS Canteras les agradece su compañía en este primer año.

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