PRESENTACIÓN DE HISTORIETA TRIQUI EN CHICAHUAXTLA
Para muchos es sorprendente la temprana fecha en que se empezaron a escribir las lenguas indígenas de Oaxaca con letras europeas. En algunas lenguas oaxaqueñas el uso de la escritura alfabética se remonta a mediados del siglo XVI. El texto alfabético más antiguo que se conoce en zapoteco fue un reconocimiento de tierras en Zimatlán que se remonta a 1565 y el texto más antiguo en chocholteco es un testamento de 1577 que fue elaborado en San Miguel Tequixtepec. Hay indicaciones de la existencia de textos, ahora perdidos, en zapoteco y en mixteco a inicios de la década del 1540. Para ponerlo en contexto, el desarrollo de la escritura alfabética en zapoteco y mixteco era contemporáneo al inicio de la escritura en letras latinas en ciertas lenguas europeas, como el finés.
No obstante, en la actualidad, en otras lenguas no se conoce ninguna tradición antigua de escritura alfabética. El triqui es un ejemplo de eso. Hablada en su tradicional territorio –ahora en los municipios de Putla, Juxtlahuaca, San Martín Itunyoso y la ciudad de Oaxaca, así como en nuevas regiones, como California (EUA), por la búsqueda de empleo y seguridad–, la lengua triqui, como elemento de su identidad, tiene mucha vida, a pesar de que el número total de hablantes no es mayor a 30 000. Los escritos más antiguos existentes en triqui son notas lingüísticas de la segunda mitad del siglo XIX que fueron recabadas por intelectuales oaxaqueños como Francisco Belmar y Manuel Martínez Gracida, y por instituciones nacionales como la Dirección General de Estadística.
A mediados del siglo XX el Instituto Lingüístico de Verano, en colaboración con la Secretaría de Educación Pública, inició proyectos de lectoescritura en San Juan Copala, San Martín Itunyoso y San Andrés Chicahuaxtla y sobre estos cimientos varios maestros e intelectuales triquis han promovido el alfabetismo en su lengua. Sin embargo, el número de textos publicados en esta lengua es muy bajo. Son pocos los libros para niños y aún más contado el número de libros que es monolingüe, es decir, libros que obligan al lector a leerlos en triqui en vez de referir a una versión en español en la misma publicación. ¿Si no existen libros monolingües en una lengua por qué aprender a leerla?
Preocupado por esta situación, Juan Vásquez Ramírez, originario de San Andrés Chicahuaxtla y bibliotecario en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, decidió traducir una historieta para niños y jóvenes a su lengua materna. Escogió una historieta con muchas imágenes que hizo la asociación Defenders of Wildlife –Pepe el Loro es inocente–, la cual relata las consecuencias negativas del tráfico ilegal de animales salvajes. Con la colaboración de Defenders of Wildlife y con el apoyo de la Biblioteca de Investigación Fray Juan de Córdova y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Vásquez Ramírez publicó su traducción, ¡Nitaj Gakïn’ Nikaj Su’ui Pepe!
El pequeño libro fue presentado en la escuela primaria de San Andrés Chicahuaxtla el 16 de diciembre con la presencia del agente municipal del pueblo, los maestros de la escuela y unos 170 niños. Cada uno de los niños recibió un ejemplar de la historieta y, con la orientación del autor, leyó con mucho interés las primeras páginas. Los adultos también quedaron intrigados por la publicación y el director de la escuela anunció que van a usar el texto en sus clases de lengua materna. Para muchos, niños y adultos, esta fue la primera vez que vieron un libro impreso monolingüe en su lengua.
Puedes consultar el texto en triqui y seguir navegando en la página de los Pericos de México y de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova.