Permite lienzo a habitantes de Tlapiltepec reencontrarse con sus orígenes
San Mateo Tlapiltepec, Oax.- Más de 100 años han pasado desde que el Lienzo de Tlapiltepec, uno de los más espectaculares documentos pictográficos de Oaxaca, hecho a mediados del siglo XVI en la cuenca de Coixtlahuaca, desapareciera de esta comunidad de la Mixteca Alta y, por azares del destino, llegó al Museo Real de Ontario, Canadá, en 1919, donde es una de las principales piezas del recinto cultural.
Sin embargo, este fin de semana, tras varios años de espera, los pobladores de la comunidad recibieron una reproducción de este importante documento que resume la historia del Valle de Coixtlahuaca durante la época prehispánica.
Tras casi tres horas de viaje por los caminos de la Mixteca, el curador del lienzo original, Arni Brownstone, del Museo Real de Ontario, Canadá, los doctores Nicholas Johnson, de Canadá, especialista en códices y lienzos de la Mixteca, y Sebastián van Doesburg, de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, llegaron a Tlapiltepec para ofrecer a los habitantes una conferencia y explicar la composición de este documento que fue pintado, aproximadamente, en 1550.
Ante el presidente de Tlapiltepec, Jorge Santiago Ramírez, integrantes del cabildo y los pobladores, Sebastián van Doesburg explicó que fue en el 2004 cuando, por primera vez, las autoridades de ese entonces tuvieron el deseo de entablar un diálogo con el Museo Real de Ontario para conocer este lienzo monumental. Sin embargo, la visita no se concretó hasta ahora, después de que la BIJC lograra un vínculo entre el museo y el pueblo.
El director de la BIJC lamentó que documentos como el lienzo ya no se conserven en sus lugares de origen, pero también celebró que instituciones como el museo canadiense logren conservarlos y cuidarlos, evitando su deterioro. Consideró que es importante trabajar con las instituciones para hacer los documentos accesibles a las comunidades de origen.
“Por fortuna, con la ayuda de las nuevas tecnologías, mediante reproducciones digitales, es todavía más fácil tener acceso a este documento”, expresó Van Doesburg. Para hablar más del tema, Van Doesburg cedió la palabra a Nicholas Johnson, quien explicó la organización pictórica y geográfica del lienzo.
Un cuento, una gran dramatización
Nicholas Johnson, quien visitó la comunidad en 1988 para recabar información que pudiera ayudar en el estudio de los lienzos, explicó la distribución geográfica plasmada es este documento. “El lienzo muestra la historia de los señores gobernantes prehispánicos de los pueblos del Valle de Coixtlahuaca, algunos muy significativos”, dijo Johnson, quien además señaló las partes en las que se divide este documento de más de 4 metros de largo por 1.70 de ancho.
“El lienzo está dividido en dos columnas por una línea larga vertical. En la columna izquierda se representa la genealogía completa de los señores del pueblo principal de la región, es decir, de Coixtlahuaca. La genealogía empieza en el pie del lienzo con lugares de origen, lugares míticos, y sube por las muchas generaciones de señores hasta llegar a la parte más alta del lienzo donde encontramos a los señores que vivían alrededor del tiempo de la llegada de los españoles”.
En la columna de la derecha –continuó– se encuentra un mapa en que figuran los pueblos de Coixtlahuaca, Tlapiltepec, Tequixtepec, Ihuitlán, Tulancingo, Tepelmeme del Valle de Coixtlahuaca. En la orilla suroeste se reconoce Monte Verde, la cumbre más notable del paisaje del Valle. También se aprecian pueblos que están fuera del Valle de Coixtlahuaca, en el sur de Puebla, como Cuautinchán, Tepeaca, Tecamachalco, Tepexi, y muchos más. Sobre este mapa están dibujados los acontecimientos históricos de la región, desde el siglo XI hasta mediados del siglo XVI.
Para Johnson, quien fue reconocido por uno de los habitantes que lo conoció en 1988, “el lienzo no es solamente un registro de hechos históricos, sino un cuento con movimiento propio, pero sobre todo un cuento de gran continuidad, un cuento con una gran dramatización de la historia y del paisaje antiguo de Coixtlahuaca”.
Diálogo con las comunidades
Frente a la población que se reunió en uno de los salones del Palacio Municipal de Tlapiltepec, Arni Brownstone explicó que fue en 1919 cuando el antiguo lienzo llegó al museo.
Las investigaciones señalan que el lienzo desapareció de la comunidad en 1904, cuando llegó a manos Antonio María Chávez, un abogadillo oaxaqueño. En 1907 lo vendió al cónsul británico y coleccionista Constantino Rickards. Después de algunos intentos fallidos de vender el documento al Estado mexicano, en 1919 fue adquirido por el Museo Real de Ontario. Cuando llegó al museo, el documento mostraba restos muy tenues de color. Recientemente, fue sometido a técnicas utilizadas por la NASA para reconocer los colores originales que se habían desvanecido con el tiempo. Lo anterior resultó en una reconstrucción digital del colorido, la cual fue entregada en el mismo evento.
Brownstone dijo que el lienzo mantiene su tela fuerte y por ello “es un documento con mucha vida por adelante”. Además, agregó que desde la década de 1990 hubo un cambio en la actitud de los museos del mundo, teniendo un mayor interés por las comunidades donde se originaron las piezas que resguardan en sus acervos. Muchos decidieron establecer un diálogo con las comunidades de orígenes, en este caso Tlapiltepec, cuyo lienzo es la pieza etnográfica principal del museo.
Por ello, además de entregar la reproducción impresa restaurada del lienzo, también se entregaron a los pobladores varios ejemplares del libro The lienzo of Tlapiltepec. A painted history from the Northern Mixteca, recién publicado en inglés que se espera traducir al español con la ayuda de alguna editorial interesada en el tema para que la comunidad tenga acceso a la información.
El Lienzo de Tlapiltepec es sin duda uno de los más espectaculares documentos pictográficos de Oaxaca. Hecho a mediados del siglo XVI en la cuenca de Coixtlahuaca, ofrece un resumen de la historia de esta región desde sus inicios en el siglo XI hasta el momento de su manufactura. Fue creado, sin duda, para promover los intereses de la casa gobernante, encabezada a mediados del siglo XV por el legendario señor Atonaltzin, quien murió a manos de Moctezuma en 1462. El enorme prestigio de que gozaba esta casa gobernante en su tiempo se ve reflejado en los amplios alcances temporales y geográficos del Lienzo de Tlapiltepec.