OAXAQUEÑOS Y ADABI TRABAJAN EN LA RESTAURACIÓN Y ESTABILIZACIÓN DEL AGEPEEO
El Archivo General del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca (AGEPEEO) es el segundo más importante en el país, por el acervo documental que ahí se resguarda en más de 16 000 metros lineales. Anteriormente estuvo resguardado en el Museo Rufino Tamayo, en el exconvento de Santo Domingo y en el Palacio de Gobierno, la última de sus sedes fue el exconvento de los Siete Príncipes. Por 40 años no se le dio ningún mantenimiento, los documentos estaban tirados en el suelo, expuestos a la humedad, en estanterías de madera que los contaminaban por la polilla, ahora la situación es diferente.
María Fernanda Blázquez Blázquez, coordinadora del área de Estabilización del equipo de la asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México habló del avance en la restauración y estabilización de los documentos del AGEPEEO, cuyo proyecto inició en 2011, como resultado de un convenio de colaboración entre la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Adabi y el Gobierno del Estado. El recurso para este rescate es del Gobierno de Estado, aunque el primer impulso económico fue de la Fundación Alfredo Harp Helú y la ejecución quedó en manos de la asociación civil Adabi que desde su origen es apoyada por la Fundación. El proyecto arquitectónico del nuevo inmueble, así como la supervisión de obra, también son aportados por la FAHH.
Comenta Fernanda Blázquez que este archivo estuvo cuatro décadas en abandono, pero que ahora está en franca recuperación. En el tiempo que lleva el proyecto, los trabajos de limpieza, conservación y organización han avanzado considerablemente. Este acervo es uno de los más importantes del país, resguarda documentos que datan desde la segunda mitad del siglo XVI hasta el siglo XX.
Según la restauradora, el rescate del AGEPEEO implica varios kilómetros de documentación, que finalmente serán resguardados en la Ciudad de los Archivos. Parte del acervo aún se encuentra en el exconvento de los Siete Príncipes, la última de sus sedes, y otra parte está en las instalaciones de Adabi en Oaxaca, donde se trabaja con altas medidas de seguridad y por bloques de documentación. “Iniciamos en junio de 2011, el avance es lento, pero continuo y sin cesar. El sexto año ya estaremos trabajando en el edifico del archivo, al menos ésa es la perspectiva. Hemos trabajado mucho en conjunto con quien hizo el proyecto ejecutivo para asegurar que las condiciones del archivo, en términos de conservación de material e infraestructura, sean las adecuadas, para poder dar mantenimiento a la documentación”. Blázquez apuntó que se planificaron talleres de estabilización, restauración y el área de organización con sumo cuidado, ya que la Ciudad de las Canteras alojará diferentes archivos en resguardo y la mayoría no llega en óptimas condiciones.
Para este proyecto se capacitaron 21 oaxaqueños, entre 19 y 57 años, para que trabajen en el rescate, guiados por dos restauradores. “En el equipo de estabilización trabajamos 23 personas. Ha implicado una labor en serie. Para las personas que capacitamos, este proyecto les permite acceder a una formación, no una licenciatura, pero sí bastante especializada. Han hecho lecturas, han recibido capacitación en cuanto a los criterios de restauración, qué hacer y qué no, cuidado de los materiales, por qué se restaura y por qué darle valor a los documentos”, señaló la restauradora y explicó que se buscó un perfil diverso, pero como requisito fundamental, que fueran personas que tuvieran habilidad manual. Consideró que ésta es una oportunidad única, porque por las manos de este equipo está pasando la historia de Oaxaca, que refleja, a su vez, la historia nacional.
Algunos de los documentos que han trabajado son los que producía el Gobierno del estado: información de la tesorería, procuración de justicia, correspondencia con el resto de los estados, entre otros. Ahora mismo trabajan documentos sobre educación del siglo XX, que se refiere a las campañas de alfabetización. Otros documentos de este archivo son los testimonios de la Guerra de Independencia con escritos de José María Morelos y Pavón, y el manuscrito más antiguo es uno de 1574 acerca de un juicio de idolatría, en Tlacolula. Se han rescatado documentos firmados por Benito Juárez, cuando aún era catedrático del Instituto de Ciencias y Artes, de Porfirio Díaz, Ricardo Flores Magón e incluso mapas y planos urbanos que se encontraban en malas condiciones; también hay muchas fotografías e información visual, carteles y afiches, que dan la visión global de una época. En el archivo sigue estando el manuscrito de la Constitución del 1857, un documento único.
El valor de estos documentos es incalculable para la memoria de nuestro país. Por fortuna, gracias a la suma de esfuerzos y de personas comprometidas con el cuidado de nuestro patrimonio, pronto se terminará su catalogación y organización y, además, se contará con un nuevo edificio con todas las instalaciones necesarias para albergar en condiciones dignas y adecuadas la memoria de Oaxaca.
Tomado de: Pérez, Carina (2014, mayo) “Oaxaqueños y ADABI trabajan en la restauración y estabilización del AGEPEEO.” Grupo NVI Noticias.