Nadie puede amar lo que no conoce
Bajo esta premisa se crea Sesenta y ocho voces sesenta y ocho corazones, una serie de cuentos de tradición oral ilustrados, animados y narrados en las 68 lenguas originarias de México, con el objetivo de dar a conocer la gran riqueza étnica, lingüística y cultural que somos y a través del conocimiento y amor hacia estas culturas, y ayudar a disminuir la discriminación que sufren; así como empoderar a todos los que son parte de una comunidad indígena, enaltecer el orgullo de ser parte de esta, el rescate de su identidad y el orgullo, respeto y uso de su lengua.
“Cuando muere una lengua, se cierra a todos los pueblos del mundo una ventana, una puerta: la humanidad se empobrece”. Con estas palabras de Miguel Léon Portilla logramos unir los puntos que crearon este proyecto. Al leer su poema hace seis años me fue muy claro por qué debíamos hacer esto, la importancia de las lenguas, de su uso y no olvido.
Desde Hola Combo, productora de la serie, creemos totalmente en la responsabilidad que tenemos como medio de comunicación. Tenemos un especial interés en los proyectos de enfoque social, y en estos años con Sesenta y ocho voces todos hemos ido creciendo, aprendiendo y madurando. La serie comenzó siendo un proyecto de investigación y ha ido cambiando a un trabajo de campo con la participación de las comunidades para llegar a un resultado en conjunto “con” la comunidad y no solo “para” la comunidad.
Se ha dado voz a los adultos mayores y recibido el consejo de las comunidades para que ellos mismos nos digan qué historia les gustaría retratar. Hemos invitado a los niños a dibujar el cuento para que, en conjunto con ilustradores contemporáneos, hagan una reinterpretación de la cultura, que deja implícito que son comunidades y culturas actuales, en constante movimiento, con jóvenes haciendo arte, música y literatura. Es por esto que Sesenta y ocho voces no busca ser un acervo estático, sino una chispa que ayude a generar acciones dentro y fuera de la comunidad.
La lengua no es solo una serie de signos o sonidos, la lengua es tan solo la punta del iceberg, representante de una comunidad llena de saberes, tradiciones, arte, música, formas de ver y sentir el mundo, de conectarse con la naturaleza y con la muerte. Las lenguas son un vínculo con la identidad de cada quien. Por lo tanto todos los niños deben tener el derecho a aprender, a jugar, leer, soñar en su lengua materna. Responsabilidad que nos toca a todos como familia, sociedad, escuela y estado.
Hemos visto en algunas comunidades que las madres no quieren que sus hijos hablen su lengua para que no sufran lo que ellas pasaron, como a los adultos mayores les tocó en su niñez ser castigados por hablar en su lengua materna, el shock de entrar a una escuela con una lengua totalmente diferente a la suya y el ser rechazados y discriminados al moverse fuera de sus comunidades. Sin embargo, es una situación que poco a poco ha ido cambiando y que nos toca apoyar para generar conciencia confiando en que podemos construir entre todos un mundo mejor desde donde nos toca a cada quien.
A la fecha llevamos 35 lenguas retratadas más tres en desarrollo. Aún estamos a mitad de camino pero continuaremos en la ruta ayudando a visibilizar a estos 68 corazones que nos engrandecen como mexicanos.
El Museo Infantil de Oaxaca te invita a conocer el arte de Sesenta y ocho voces sesenta y ocho corazones.