Literatura infantil escrita por niñas y niños: Casiopea
El mundo puede existir porque todavía hay niños, o porque hay infancia. El mundo es un infante. El día que el mundo deje de ser un infante, desaparecerá. Yo diría que la infancia es la
sangre de la existencia y creo que una vida en la que no hay infancia no tiene sentido, ni es
buena para nadie. La infancia es la esencia del mundo y de la naturaleza.
Infancia sin fin, Fernando Pessoa
Casiopea llegó de las estrellas, de la imaginación de un grupo de colaboradoras de las diferentes filiales de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, y fue pensada para las niñas, niños y sus familias. Desde el primer número generamos contenido de interés para nuestro público. Cada edición se convirtió en una aventura; después de un año y siete números publicados la revista encontró otros caminos para comunicarnos con las infancias.
Desde su origen, la publicación se creó para que las niñas y niños participaran en ella, de ahí la sección “Alza la voz”, donde a partir de un texto y una ilustración conocíamos el mundo infantil de la mano de sus protagonistas. El interés de ellos se reforzó con el paso del tiempo, lo que nos llevó a una nueva sección “De patitas y colitas”, donde Mira nos narra la historia de Pelusa en “Un demonio en el estudio de grabación”; al mismo tiempo coincidió con la presentación de la edición impresa del libro conmemorativo del concurso Decamerón: narrado por niñas, niños y jóvenes mexicanos 2021. Los noveles escritores estaban muy interesados en seguir publicando y, en reuniones previas a la presentación del libro, conversamos sobre la posibilidad de sumarse como parte del equipo de redactores de Casiopea, y la invitación fue recibida con entusiasmo. El día de la presentación confirmamos su respuesta. Fue así como la doctora María Isabel Grañén Porrúa, siempre impulsando los proyectos, sobre todo aquellos que se refieren a las infancias y a los libros, dijo: “Hagamos una revista para niños, hecha por ellos mismos”.
A partir de ese momento iniciamos un proceso con el Consejo editorial y los posibles colaboradores, se propuso una serie de temas y contenidos que las mismas niñas y niños aportaron. Cada participante tuvo el acompañamiento de una integrante del Consejo para desarrollar su texto, recibir observaciones, comentarios y todo el apoyo que necesitaran; las mamás y papás también han sido fundamentales. Este grupo de niñas, niños y jóvenes escritores representa a un sector de la infancia que surgió de manera espontánea y voluntaria del concurso de cuento, que dio pie a la publicación más reciente; sin embargo, no tenemos duda de que en cada número nos iremos nutriendo de nuevos colaboradores que se agreguen al equipo de Casiopea.
Este ejercicio creativo nos ofrece muchos motivos para observarlo, para adentrarse en el mundo de las infancias, conocerlo, saber de qué está hecho, qué piensan, qué les gusta, qué temas son de su interés, cómo lo expresan, cuáles son sus anhelos y sueños, lo que nos permite tener una visión del futuro. Casiopea da un giro y toma una nueva ruta con destino a las estrellas.