La vida de un deportista durante la pandemia
Recordar el 2020 es revivir un año lleno de malas noticias que inundaron los medios de comunicación alrededor del mundo. Fuimos testigos de la pérdida de empleos y, también, tristemente, de la pérdida de vidas en todos los rincones de la tierra. A muchos, la pandemia nos arrebató a seres queridos y nos cambió el rumbo. Tales acontecimientos no hicieron excepciones: sin importar clase social, fama o profesión, a todos nos tocó afrontarlos de forma similar. Hoy, Samar Leyva, jugador consolidado y muy querido de los Guerreros de Oaxaca, nos platica cómo ha sido la vida de un jugador profesional de beisbol durante esta difícil temporada.
Como muchos sabemos, dedicarse de manera profesional a cualquier deporte es arriesgado, ya que seguir un sueño requiere de muchos sacrificios, responsabilidad y dedicación. Un deportista profesional depende económicamente de su carrera, por lo que una lesión, el bajo rendimiento en su disciplina o hasta la edad son cosas que pueden afectar sus ingresos; lamentablemente, acontecimientos fuera de nuestro control, como el caso de esta pandemia, fueron los que más perjudicaron a la industria del deporte.
“Fue un año muy complicado para nosotros, pero también de mucho aprendizaje en nuestras vidas. Yo tengo familia, una esposa e hija que necesitan comer, además de estudiar y vivir de forma digna […] Al no tener una temporada todo resultó frustrante, afortunadamente tengo ahorros por mi trabajo de años anteriores, pero, aun así, nos la vimos muy duro”.
Mencionó el pelotero profesional ya con siete temporadas en el beisbol de verano: “Tuve que buscar trabajo fuera de lo que normalmente hago por unos meses; para fortuna, mi esposa me ha ayudado mucho y hacemos un gran equipo respecto a nuestros ingresos en la familia. Es ella, sin duda, un pilar importante para mi hija y para mí”, agregó.
Gracias a que la temporada de la liga de invierno sí se llevó a cabo, muchos jugadores mexicanos, cuyos equipos no tuvieron actividad durante el verano, pudieron sobrellevar las dificultades económicas. Samar Leyva culminó de la siguiente manera:
“Jugar en el inverno fue bueno para muchos peloteros, pese a que hubo varios cambios en lo económico, pero nos ayudó a terminar bien el año con nuestras familias; ya para este 2021, con la decisión de jugar en el verano, fue un respiro para todos nosotros, sobre todo con la ayuda brindada por mi equipo Oaxaca, a quien agradezco infinitamente por todo el apoyo hacia nosotros”.
A poco tiempo de que termine la temporada 2021 de la LMB, tenemos la esperanza de que el siguiente año se vuelva a vivir el juego, tal y como estábamos acostumbrados. Que pronto los estadios se llenen a su máxima capacidad y podamos abrazarnos para celebrar triunfos; pero, principalmente, ojalá el beisbol vuelva a ser una gran fuente de empleos, ya que de esta industria dependen no solo jugadores, sino también el cuerpo técnico, gente de mantenimiento de los estadios, staff administrativo, vendedores, entre muchos más.