Boletín FAHHO Digital No. 8 (Oct 2021)

La rueca: destino, competencia y obsesión

Eva Romero

L a rueca es una herramienta que se utiliza para el hilado, el primer paso en la manufactura de un textil. Con ella se tuercen las fibras para formar el hilo sobre el huso (una larga varilla) y después, con ayuda del devanador, formar los ovillos. Este instrumento ha sido, generalmente, elaborado con madera, aunque en la actualidad podemos encontrarlo de metal.

De acuerdo con la mitología griega, quien inventó esta maquinaria fue Atenea, hija nacida de la cabeza de Zeus. Ella es la diosa de la guerra y la civilización, de la sabiduría, la estrategia, la habilidad y la justicia, así como de las ciencias. Y otra asociación entre esta cultura y la rueca la encontramos en las manos de Cloto, una de las tres Moiras —figuras femeninas encargadas de dictar el destino—, dedicada a hilar la vida de los humanos por medio de una rueca y un huso.

El pintor español Diego Velázquez, convierte a la rueca en protagonista en su misteriosa obra La fábula de Aracne (también conocida como Las hilanderas). En el primer plano del lienzo se aprecian dos mujeres que sobresalen del resto; a la izquierda, una anciana sostiene un huso en una mano mientras que, con la otra (aunque no está a la vista) pareciese dar vuelta a la rueca. A la derecha, de espaldas al espectador, una joven da vuelta a un hilo sobre un devanador para formar un ovillo. Hasta antes de 1930, esta pintura se consideraba una obra simplemente costumbrista, sin embargo, se descubrió que tenía, además, un contenido mitológico muy preciso. En el segundo plano de la escena se está llevando a cabo otra acción: un grupo de mujeres admira un tapiz. En él se aprecia que uno de los personajes porta un casco: es Palas Atenea, quien discute con Aracne en una competencia sobre las habilidades en el arte de la tapicería. Según el mito, Aracne —hija de Colofón, un experto tintorero de púrpura de Tiro (un pariente lejano del caracol púrpura de la costa de Oaxaca)— hizo enojar a la diosa tras vencerla en una competencia de tejido y bordado, y esta, en venganza, la transformó en araña, condenándola a tejer por siempre.

Otra referencia a la rueca se encuentra en la música y, para ello, hablaremos, particularmente, de una pieza que surge de la musicalización de un poema (un lied), por lo regular con acompañamiento de piano. Margarita en la rueca (o Gretchen am Spinnrade, en alemán) fue compuesta por Franz Schubert en 1814 y publicada en 1821 con letra del escritor J. W. Goethe, basada en su libro Fausto. Tiempo después, Franz Liszt haría una adaptación para un solo de piano. Esta historia nos narra la parte en la que Margarita, objeto del deseo del doctor Fausto, se encuentra hilando en la rueca mientras expresa el enamoramiento que cree experimentar.

La música, bellamente diseñada en su versión para piano, sigue el ritmo de una rueca: la mano derecha de Margarita se encarga del incesante movimiento circular al girar la manivela, mientras que, de su mano izquierda, depende el latir de su corazón. A la par de sus movimientos, su canto narra las dudas, la angustia, el miedo, el deseo, la pasión y, finalmente, la locura que representa su amor por Fausto.

Se trata de una hermosa pieza musical que debes escuchar; te compartimos la liga para que puedas acceder a ella: https://www.youtube.com/watch?v=5XjpVhNE6BQ. También la puedes encontrar con nuestros compañeros de la Fonoteca Juan León Mariscal, en el Centro Cultural San Pablo, te invitamos a que les mandes un mensaje preguntando por ella.

Esta adaptación musical, la literatura y los diversos mitos, evidencian el misterio y el enigma que representa la rueca. Desde el Museo Textil de Oaxaca te invitamos a no perder de vista estos detalles de la vida cotidiana que, aunque parecen inconexos, nos unen en el espacio de la tecnología y la costumbre.


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