Boletín FAHHO No. 3 (Nov-Dic 2014)

LA MEMORIA TRIQUI PRESENTE EN SAN PABLO

Ruth García-Lago

Durante la inauguración de una doble exposición que presenta temas de la memoria del pueblo triqui de San Andrés Chicahuaxtla, el exconvento de San Pablo se vio embellecido con los intensos colores de los huipiles portados por las mujeres de esta población, dando vida y vigencia a los espacios llenos de fotos, textos y videos.

Hilarión, memorias de un héroe triqui y Nuno’ si nuguàn’ nej tâ yî: Recordando las palabras de los abuelos son las dos exposiciones que estarán abiertas al público hasta el 7 de diciembre en el Centro Cultural San Pablo. Ambas exposiciones fueron curadas en una estrecha colaboración entre la comunidad de Chicahuaxtla, el Museo Textil de Oaxaca y la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, buscando de esta manera conjuntar el quehacer académico con la vida cultural de las comunidades.

El pasado 13 de septiembre, más de cien pobladores de San Andrés Chicahuaxtla se dieron cita en Oaxaca, dando así inicio a una jornada llena de historias, recuerdos, conversaciones y una amena convivencia.

Los visitantes de San Andrés Chicahuaxtla estuvieron al tanto de cada explicación que, previa a la inauguración, les brindó Benjamin Smith, de la Universidad de Warwick en Inglaterra. El académico inglés —quien desde hace años ha estudiado a la figura heroica de Hilarión— les narró su historia con la ayuda de los documentos que se conservan sobre él en Oaxaca. Entre éstos, la carta firmada por Hilarión mismo, en la que explica las razones de su proceder rebelde poco antes de ser ejecutado en el zócalo de la ciudad de Oaxaca en 1841.

El acto inaugural comenzó con la presencia de los organizadores de las exposiciones, entre ellos, el historiador Sebastián van Doesburg, el lingüista Michael Swanton, directores de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, el biólogo Alejandro de Ávila, curador del Museo Textil de Oaxaca y la historiadora María Isabel Grañén. Por parte de la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla estuvieron el agente municipal, Constantino Fernández Hernández; el alcalde Wilfrido Dionisio Santiago Bautista; el presidente del comité de obras de la iglesia Santiago Ramos Vásquez; el fiscal de la iglesia Domingo Guzmán Sánchez Ramírez; tres de las mayordomas principales; Gabriel Santiago González, Marciana Castillo Hernández y Zorayda Bautista Espinoza así como otros representantes de esta comunidad triqui.

Entre las personas que aportaron piezas para las exposiciones estaban: Hely Reuter, hija del fotógrafo Walter Reuter (1906-2005), autor de diversas fotografías históricas expuestas; el fotógrafo Rafael Doníz, quien presentó una impresión fotográfica de la comunidad actual, y Bernardo Porraz, autor del documental Hilarión: memorias de un héroe triqui con entrevistas en lengua triqui y subtituladas al español. Las exposiciones son el resultado de varios años de colaboración entre la FAHHO y la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla. Esta colaboración nació del deseo de demostrar la fuerza creativa y positiva de una población que desde hace mucho tiempo sufre el estigma de la violencia. Esta colaboración no termina aquí: el punto y seguido será la donación del acervo de imágenes y textos a la población de San Andrés Chicahuaxtla para que las futuras generaciones sigan manteniendo esta extraordinaria herencia cultural y cultiven el orgullo de ser integrantes del pueblo triqui.

Como agradecimiento, las mujeres de San Andrés Chicahuaxtla obsequiaron varios tejidos a los presentes, entre ellos un atuendo de gala a María Isabel Grañén, quien no dudó en cambiarse en el momento para hacer el recorrido así vestida, acompañada de Alfredo Harp Helú, quien también portó sombrero y otros accesorios propios de la región. En más de una ocasión se hizo patente el gran interés de los asistentes triquis por las fotos y documentos antiguos, generando constantes comentarios y reflexiones. Un momento especialmente emocionante se dio en la Sala Capitular, donde colocaron a la Virgen de los Dolores vestida con la indumentaria triqui, siguiendo la costumbre de las mayordomas de la comunidad, quienes se encargaron de vestirla. Éste fue, por supuesto, el sitio donde varias de las visitantes triquis escogieron para tomarse una foto, o incluso un ocasional autorretrato digital, guardando así un recuerdo del momento.

María Isabel Grañén afirmó: “Estas exposiciones son la mejor manera de darnos la mano. Hilarión nos une y nos reúne”. Así, a pesar de la intensa lluvia, el espíritu de Hilarión unió a los asistentes una vez más, para finalmente disolverse de nuevo en la oscuridad de la noche al terminarse el acto.

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