La guitarra de Robinson cautiva a los oaxaqueños
Oaxaca, Oax.- La grandeza musical de la guitarra clásica mexicana se hizo presente en Oaxaca a través del concierto de Rosa María Robinson, la artista mexicana que estuvo en la ciudad para ofrecer un par de conciertos, primero en la Biblioteca Henestrosa y después en el Claustro del Centro Cultural San Pablo.
Robinson, quien se ha distinguido por colaborar y estrenar música de varios compositores contemporáneos, llegó a la capital este viernes para presentarse con un programa mexicano en el que interpretó temas de Manuel M. Ponce y Eduardo Angulo, selección con la que el público pudo apreciar a representantes de las diversas etapas de la historia de la guitarra mexicana.
El concierto de la Henestrosa por la lluvia nocturna se tuvo que improvisar en una de las esquinas del edificio, para que el público se acomodara en los pasillos. Robinson saludó a los asistentes e hizo la lectura de un fragmento del Códice de Saldívar, un manuscrito de mediados del siglo XVIII hallado por el musicólogo mexicano Gabriel Saldívar y Silva en 1943, en una librería de Guanajuato. De este documento, la guitarrista interpretó Fandango.
Robinson expresó su agradecimiento y el gusto por volverá tocar en Oaxaca, lugar donde “la lluvia hizo más íntimo el concierto”, expresó la artista, quien estaba rodeada del público que, a pesar de las inclemencias del tiempo, se dio cita para escucharla.
El programa continuó con la interpretación de Suite en la menor del afamado compositor zacatecano Manuel M. Ponce, artista que, a decir de Robinson, componía como si fuera músico alemán pero con corazón mexicano. Suite en la menor es una pieza que por muchos años fue atribuida al laudista alemán del siglo XVIII, Silvius Leopold Weiss, sin embargo este era el pseudónimo que Ponce utilizó en algunas de las obras que compuso.
De Ponce, Robinson también interpretó Suite III, una pieza que en cada nota refleja el lenguaje propio creado por el compositor, quien se vio influenciado por la música popular mexicana. La pieza acercó al público a uno de los más importantes artistas de la república.
Aunque el programa de mano marcaba la pieza Como agua que fluye, un composición de Ricardo Cortés, como el cuarto tema de la noche, Robinson hizo algunos ajustes y decidió tocar el Estudio IV del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos, a quien Manuel M. Ponce conoció durante su estancia en París. La guitarrista tocó este tema por la cercanía que ambos compositores tuvieron, y la pieza que escucharon los oaxaqueños delata la influencia que el brasileño tenía del mexicano. Cabe señalar que Heitor Villa-Lobos, junto con Manuel M. Ponce y el paraguayo Agustín Pío Barrios (Mangore), es uno de los tres grandes autores latinoamericanos de guitarra de la primera mitad del siglo XX.
La presentación llegó a su fin con la interpretación de Sonata II, del compositor poblano Eduardo Angulo, una pieza rítmica y romántica que cerró este ciclo de compositores mexicanos que sonaron a través del talento de Rosa María Robinson, quien al día siguiente se presentó con el mismo programa en el Centro Cultural San Pablo.