La biblioteca es para todos

A lo largo de más de medio año, desde la BS Xochimilco, hemos planteado nuestro lugar como un espacio de cultura para la diversidad. Si bien durante muchos años se han realizado múltiples actividades que buscan la inclusión de personas con discapacidad, un sector que cultural y socialmente se ha enfrentado con mayor frecuencia a la incomprensión es el de las infancias con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (2022) se describe a este trastorno como un grupo determinado de afecciones en la interacción social y la comunicación, presentando también algunos patrones atípicos de conducta y desórdenes sensoriales. Todo lo anterior se enmarca bajo el término “espectro”, por la variedad e intensidad de síntomas presentados.
Un discurso más reciente utilizado por especialistas en el tema y por la misma comunidad autista, apunta a un término acuñado por la socióloga Judy Singer, quien planteó el uso del término “neurodiversidad”, el cual hace referencia a la diversidad de cerebros y mentes humanas. Desde esta mirada se busca promover la comprensión y aceptación de las variaciones cerebrales, incluyendo a las personas con autismo. En consecuencia, y bajo estos criterios, desde la Biblioteca hemos pensado en la necesidad de llevar a cabo actividades dirigidas a buscar la inclusión de las infancias con TEA y sus familias en espacios culturales.
Durante 7 meses hemos colaborado con Nora Crespo, una madre de familia y especialista en la promoción del aprendizaje desde la neurodiversidad. Esta colaboración surgió a partir de la observación de sus visitas a la Biblioteca, las cuales suceden de manera muy cuidadosa y cuando la afluencia de usuarios es baja, esto con la intención de evitar que su hijo sufra alguna crisis. Ella, como otros padres y madres, buscan espacios para el desarrollo de sus hijos, sin embargo, se enfrentan continuamente a estigmas y etiquetas que repliegan su participación social y cultural en espacios públicos.
Escuchar atentamente el camino que ha recorrido, nos motivó a consolidar un espacio mensual para que las infancias que viven con TEA disfruten de las actividades de nuestra biblioteca. Y, al mismo tiempo, contribuir a que madres, padres, tutores y cuidadores puedan sentirse bienvenidos y escuchados en una comunidad.
Fue así como nació la sección de nuestra cartelera a la que denominamos “La biblioTEcA es para todos”, mediante la cual desarrollamos dos estrategias principales: un taller mensual para niñas y niños con autismo cuya finalidad es fomentar actividades artísticas, la lectura e integración sensorial; y un taller para padres, madres y cuidadores, donde se busca la expresión y contención de emociones y vivencias. Asimismo, llevamos a cabo una función de cine relajado planeada bajo condiciones sensoriales estrictamente pensadas para que las infancias con TEA disfruten del cine, sin el riesgo de experimentar alguna crisis sensorial.
La afluencia a nuestras actividades ha ido incrementando y cada vez hay más asistentes constantes en nuestros talleres. Nada hay tan efectivo para derribar nuestros prejuicios como la convivencia cotidiana con quienes han sido etiquetados como diferentes (Molina, 2010). Y para lograr esto la biblioteca tiene un lugar privilegiado como potenciador de la convivencia en diversidad. Estas actividades tienen el objetivo de brindarle a las infancias con TEA y sus familias la oportunidad de aprender, divertirse, disfrutar del espacio y de los libros, sentirse aceptados y reconocidos mucho más allá de las etiquetas y de los estigmas.