La baraja bendita
Transcurría el mes de agosto del año 2020 cuando se inició el proceso de catalogación del Fondo Luis Castañeda Guzmán. El trabajo implicaba revisar de manera detenida el contenido de la colección con el objetivo de crear instrumentos para su rápida recuperación y acceso. Así fue como en la Caja 2, Expediente 45 de la Sección Civil, Serie Constancias, se descubrió un documento que nos recordó mucho a la canción La baraja bendita, del grupo musical Los Tigres del Norte. El hallazgo fue hecho por Gabriela García, bibliotecaria de la BIJC, quien en ese momento se encontraba describiendo los expedientes que conforman la caja. Se trata de una transcripción mecanuscrita de una sumaria realizada en La Habana el 17 de abril de 1870 contra el soldado Andrés Espinosa Montero, natural de Castilla. Una sumaria es un resumen, o suma, de los sucesos delictivos adjudicados a alguien y la recopilación de los datos que pueden servir para determinar la culpabilidad o prevenir el castigo de los delincuentes. El dictamen describe que el soldado tenía una baraja en las manos durante la misa y cómo la repasaba con mucha atención; por tal motivo fue llevado al calabozo y juzgado. En el proceso, el soldado hace una analogía simbólica de la baraja con el santo rosario; se trata de una interpretación detallada de cada una de las barajas con los símbolos de la Biblia.
Este mismo tema, tratado en 1870, es representado en una canción del grupo sinaloense 127 años después. A continuación, unos fragmentos del texto de 1870 y la canción del grupo:
Sumaria de 1870:
Canción La baraja bendita de Los Tigres del Norte:
Es poco probable que Los Tigres del Norte conocieran el documento en la colección de Luis Castañeda Guzmán, entonces ¿cómo explicar la semejanza entre los dos textos?
Una breve investigación reveló que la canción de la agrupación de Sinaloa y el juicio en La Habana se basan en una larga tradición de cuentos y coplas que explicaban las cartas de la baraja a lo divino y que pasaban de versiones impresas a la tradición oral y visa versa. Esta tradición se extendió sobre varios países —entre ellos Argentina y México— y varias regiones de España. Al parecer, inició en el siglo xviii con pliegos impresos en España y en Francia, donde en 1811 se publicó una conocida versión de un soldado de nombre Ricart, de la ciudad de Brest, como personaje principal. Es esta versión la que siguen los Tigres del Norte en su canción.
Jean-Pierre Ètienvre (1990), Jean-François Brotel (2009) y otros estudiosos han intentado seguir el origen y la trayectoria de este romance popular a lo largo del tiempo, publicado en numerosas variantes. Finalmente, al parecer en 1897, fue impresa por primera vez la versión que habla del soldado español Andrés Espinosa Montero, de guarnición en Cuba, que ubica la historia en el año de 1870; y de esa adaptación, Brotel recoge ocho versiones.1 Es a este último linaje que pertenece la versión en la colección de Castañeda Guzmán.
Curiosamente, no fue la primera vez que el popular romance fue puesto en música, ya que en España se han registrado numerosas versiones en canciones populares regionales; por ejemplo, el grupo folclórico Raíces grabó una versión en 1979, siguiendo una versión oral registrada en el pueblo de Cañizares. Por último, lo que no nos cuenta la canción de Los Tigres del Norte es que el soldado fue absuelto de toda culpa y agraciado por los jefes del batallón con tres meses de licencia temporal y dos de paga en concepto de gratificación.
Así que, recuerda que si buscas inspiración, puedes encontrarla en los fondos documentales de la BIJC.
Para leer más:
Brotel, Jean-François. 2009. “La alegoría del soldado y la baraja o el poder del no libro”, en Genoud de Fourcade, Mariana y Granada de Egües, Gladys
(eds.), Unidad y multiplicidad: tramas del hispanismo actual. Mendoza: Zeta Editores, pp. 23-33.
Etienvre, Jean-Pierre. 1990. Márgenes literarios del juego. Una poética del naipe siglos XVI-XVIII. London: Tamesis Books Limited.
1 Boletín de Justicia Militar, VII (2), 15 de noviembre de 1897. No fue consultado por los autores.