Ingreso de dos investigadores y activistas culturales mexicanos a la APS

La American Philosophical Society (APS) fue fundada en Philadelphia en 1743 por Benjamin Franklin, inventor y científico norteamericano, cuando él tenía 37 años de edad. Desde entonces y hasta la fecha, el objetivo de la APS es “promover el conocimiento útil”. Su lema es nullo discriminatio: no discriminar a nadie. En congruencia con esta filosofía de igualdad, Franklin invitó a Ekaterina Romanova Vorontsova, escritora y editora rusa, a incorporarse a la Asociación, cuando las mujeres no eran admitidas en agrupaciones profesionales. En congruencia, también, con una convicción de equidad, la APS impulsó y financió el registro de las lenguas y el conocimiento de los pueblos originarios de Norteamérica, como lo atestigua el vocabulario unkechaug, lengua ahora extinta, que recogió Thomas Jefferson en 1791.1 Quince años antes, Jefferson había firmado la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, junto con Franklin, Washington y otros miembros de la Asociación; diez años después de reunir el vocabulario, Jefferson se convirtió en el tercer presidente de su país. La documentación de las lenguas indígenas es un esfuerzo vigente de la APS hasta el día de hoy.
A partir de su fundación, la Asociación se abrió a los intelectuales de otras nacionalidades, como el gran polímata2 alemán Alexander von Humboldt (1769-1859). Desde fechas tempranas, nuestro país estuvo representado en las filas de la APS por el historiador oaxaqueño Carlos María de Bustamante (1774-1848). En el siglo XX se incorporaron a la Asociación investigadores y escritores mexicanos de la talla de Alfonso Caso y Alfonso Reyes. También han sido miembros de la APS Marie Curie, Louis Pasteur, Charles Darwin, Albert Einstein, Zaha Hadid, Jane Goodall y Nelson Mandela, entre muchas otras personas destacadas en distintos campos del conocimiento, el activismo social y el arte. Se trata de la asociación intelectual más antigua en nuestro continente y la más selectiva, pues su membrecía no llega actualmente a mil personas en todo el mundo. La APS no recibe postulaciones ni recomendaciones, sino que sus miembros nominan a todas las candidaturas, que son sometidas a votación por mayoría.

Ingreso de la Dra. María Isabel Grañén Porrúa
El 7 de mayo de 2025, la APS anunció el ingreso de María Isabel Grañén Porrúa a la clase 5: “Las artes, profesiones y liderazgos en gestiones públicas y privadas”. Su elección a la Asociación reconoce el liderazgo de la Dra. Grañén en tres instituciones: la presidencia de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C.; la presidencia de la Asociación Civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México; y la dirección de la Biblioteca Francisco de Burgoa, institución adscrita a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Para ella, el reconocimiento de la APS hace patente un trabajo que inició hace treinta años con constancia, seguimiento y sensibilidad al entorno, abriendo corazones y tejiendo comunidad. Ejemplos de ello son los espacios que ha creado la Fundación, como el Centro Cultural San Pablo, el Museo Textil, el Museo de Filatelia, el Museo Infantil de Oaxaca, la Biblioteca Infantil BS, las Bibliotecas Móviles, entre otros. Estos espacios abren sus puertas para ofrecer un respiro de paz, para propiciar la reflexión y la creación colectiva, para pensar, sentir y aprender unas de otras las personas de todas las edades. Esta labor es fruto de las enseñanzas de los grandes maestros oaxaqueños Francisco Toledo y Rodolfo Morales, así como del excepcional filántropo y benefactor de las artes, la cultura, el deporte y el medio ambiente Alfredo Harp Helú.

Ingreso del Dr. Alejandro de Ávila
Siendo estudiante doctoral en la Universidad de California en Berkeley, de Ávila recibió en 1997 una subvención de la APS para documentar dos variantes de las lenguas mixtecas habladas por migrantes oaxaqueños en los campos agrícolas del Valle de San Joaquín, al sur de Sacramento. El 7 de mayo de 2025, la APS anunció el ingreso de Alejandro de Ávila Blomberg a la clase 1: “Ciencias físicas y matemáticas”, en reconocimiento del compromiso del Jardín Etnobiológico de Oaxaca (JEBOax), fundado por él, con la sostenibilidad ambiental. El Jardín es pionero en el enfriamiento por geotermia sin huella de carbono, además de presentar un modelo de generación de energía eléctrica con celdas fotovoltaicas, y de cosecha de lluvia en la mayor cisterna pluvial en el sur del país. El JEBOax ha reunido la documentación existente del conocimiento ambiental en las lenguas originarias habladas en Oaxaca, la entidad más diversa en términos culturales y lingüísticos de tamaño comparable en el hemisferio occidental. El equipo del Jardín traduce actualmente información técnica, la graba y la transcribe en cuatro lenguas indígenas del estado, dando así continuidad a un trabajo iniciado por los lexicógrafos del s. XVI que habitaron en el convento de Santo Domingo, adyacente al JEBOax, doscientos años antes de que Jefferson iniciara su trabajo lingüístico.
1 El unkechaug formaba parte de la agrupación lingüística llamada quirin, en la familia algonquina, que se hablaba en el sur de Nueva Inglaterra y la isla de Long Island, donde Jefferson registró su vocabulario.
2 Un polímata es una persona con conocimientos extensos en varias ramas del saber, tanto de la ciencia como de las humanidades.