HILARIÓN: LA MEMORIA DE UN HÉROE TRIQUI
Hilarión es el nombre de un personaje heroico en la memoria colectiva de los triquis de San Andrés Chicahuaxtla, pero también el de un hombre rebelde olvidado por los demás. Sus hazañas se ubican temporalmente en la época posterior a la Independencia, cuando hombres y mujeres de carácter fuerte aprovecharon las turbulencias políticas para perseguir intereses locales, fuera del control de las fuerzas estatales dominantes. La mayoría de ellos, incluyendo a Hilarión, cayeron en el olvido oficial, tildados de bandoleros y bandidos; balas perdidas en la formación de la nación. Sus vidas quedaron enterradas como notas adversas en los archivos oficiales, desde donde pueden ser exhumados sólo mediante la investigación académica.
Sin embargo, después de casi dos siglos, Hilarión aún vive en los cuentos y leyendas triquis, los cuales pasan oralmente de generación en generación. Con el paso de los años, su figura adquirió cualidades legendarias y un cierto misticismo, propios de un héroe de las leyendas. La tendencia a la creación literaria, inherente a todo texto oral, moldeó a su personaje en un ejemplo de un defensor de los intereses triquis en tiempos de gran pesadumbre. Sus acciones en contra de los abusivos hacendados españoles y su capacidad de aventajarse a las autoridades que le perseguían, lo convirtieron en una suerte de Chucho “el Roto”, escondiéndose durante años en las cuevas de las montañas en el territorio triqui. Aún hoy se identifican las cuevas de Hilarión y una incluso se conoce como “La cueva de Hilarión”. Cuando los triquis sufrieron los continuos maltratos y la paulatina invasión de sus tierras, Hilarión les ayudaba, distribuyendo oro a cambio de tortillas, y desafiando a las autoridades locales y estatales.
Según algunos, era incluso un personaje con poderes extraordinarios, sobre todo nahualísticos, que durante la persecución por las autoridades pudo convertirse en un “león” del monte o en una rama podrida al lado del camino, evitando así ser encontrado, burlándose del poder tan adverso a los intereses de los triquis. Su muerte, según estos, se debió a la traición de uno de sus compadres, quien lo invitó a tomar sólo para entregarlo a sus enemigos. De esta manera, la historia adquirió un mensaje moral que llama al cuidado en la lucha contra los intereses de las fuerzas ajenas a la comunidad.
La exposición sobre las narraciones de Hilarión es una coproducción de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla. Esta colaboración especial, establecida a través de la asamblea de la población, es un ejemplo de los lazos que se establecen entre la biblioteca y las comunidades mediante proyectos variados y a menudo inesperados que se van entrelazando. Todo comenzó en 2008 cuando dos jóvenes triquis, José Manuel Hernández Fuentes y Ezequiel Vázquez Ramírez, entonces estudiantes de la Escuela Normal Bilingüe e Intercultural de Oaxaca (ENBIO), nos presentaron su idea de proyectar la película Una verdad incómoda (2006) de Al Gore en su comunidad de origen. Después de contemplar los varios obstáculos prácticos, se decidió armar un pequeño estudio de doblaje al triqui. El entonces agente municipal y su antecesor tomaron los papeles de los presidentes Clinton y Bush respectivamente; la niña Ana Celia Vásquez Dolores, de ocho años, dobló al personaje parecido a Lisa Simpson. Hubo varios retos de este proyecto insólito: ¿Cómo se dice «ozono» en triqui? ¿O «gases invernaderos»? ¿Cómo contactar a Gore para avisarle del doblaje? ¿Cómo dar a conocer la película en los diferentes pueblos triquis? Con el apoyo de la comunidad, los jóvenes triquis lograron superar cada reto. La proyección final fue más que nada una experiencia de reflexión, de sorpresa, y a veces de confusión (el documental realizado por Bernardo Porraz sobre este proyecto lleva el nombre de Nej Ñ̃uj si a’min Nanj Nï’ïn). Fue durante este proyecto de doblaje que aprendimos de las leyendas de Hilarión en Chicahuaxtla.
Posteriormente, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova participó en algunos proyectos sociales más convencionales, como la construcción de un techo de policarbonato sobre el patio de la Casa del Pueblo. En 2011, autoridades y biblioteca colaboraron para recuperar el título original de la comunidad de 1650 que se encontraban en venta al mejor postor en una subasta en el Distrito Federal. Actualmente, se está trabajando en el mejoramiento de la iglesia, un añejo deseo de la comunidad. Fue en este camino que se sumó el historiador Benjamin Smith, de la Universidad de Warwick, Inglaterra, quien de manera independiente estaba investigando la figura de Hilarión en los archivos históricos. La confrontación entre sus resultados y las sorprendentes narraciones preservadas en la comunidad fue el detonador para organizar la presente exposición sobre un héroe de la historia triqui, un defensor de sus intereses, pero cuyas acciones no contaron con el apoyo del grupo en el poder, por lo que terminó ejecutado en la plaza mayor de Oaxaca en 1841. La historia se entiende según el cristal con que se mira.
El 13 de septiembre de 2014 se inaugurará la exposición Hilarión: memorias de un héroe triqui.
Con fotografías de Rafael Doniz y un video de Bernardo Porraz
Esta exposición se está desarrollando en colaboración con la comunidad triqui de Chicahuaxtla y con la Universidad de Warwick (Inglaterra).