Boletín FAHHO Digital No. 18 (Sep 2022)

Herir al sol

Alejandro de Ávila

En tres números previos del Boletín he comenzado a describir nuestro trabajo con Noé Pinzón Palafox, joven tejedor sumamente talentoso, quien nació y creció en la comunidad ikoots de San Mateo del Mar, en el distrito de Tehuantepec. Él y yo hemos recreado diversas técnicas textiles que se conocían antiguamente en Oaxaca y en otras regiones de México, pero que se perdieron en los siglos XIX y XX. Afortunadamente este proyecto sigue en marcha con el apoyo generoso de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.

En el número de julio nos referimos a “La vida de cuadritos”, un lienzo de seda amarilla con rectángulos multicolores de hilo emplumado, cuyo diseño intenta hacer patente, con buen humor, una postura antifascista. Ahora presentamos una pieza más ambiciosa, con connotaciones pacifistas distintas, que requirió de nueve meses de trabajo y que Noé terminó en octubre de 2017.

“Flechas al cielo” se compone de tres lienzos tejidos en telar de cintura con seda criolla, criada e hilada a mano con malacate en San Pedro Cajonos (comunidad zapoteca del distrito de Villa Alta en la Sierra Norte) por Moisés Martínez Velasco y su familia. En este ejemplo decidimos aprovechar el color natural de la seda sin teñirla. Usamos también hilo de algodón de dos cabos, torcido a mano con una redina, incorporando plumón de ganso de color blanco entre ambas hebras. Lo elaboró Román Gutiérrez Ruiz en Teotitlán del Valle (comunidad zapoteca en el distrito de Tlacolula). La torsión del hilo mantiene fija a la pluma, esponjada como un pequeño copo de algodón que se alargara. Empleamos este material como trama suplementaria para acentuar la textura en algunos elementos del diseño.

El tejido combina varios ligamentos. En los tres lienzos se repite siempre un triángulo (como punta de flecha) en tejido calado de tramas discontinuas.1 Entre estos triángulos labramos otros en distintas técnicas: sarga, tejido relevado, flotación de urdimbre, brocado de trama, brocado de urdimbre, confitillo, gasa, soumak, trama envolvente, sprang, urdimbre transpuesta y otras más.2 En total ejemplificamos cincuenta y dos variantes de tejido, de tal forma que la pieza terminada es un extenso muestrario de estructuras textiles. Para su elaboración nos sirvió como antecedente haber montado en 2015 una exposición de dechados en el Museo Textil de Oaxaca, acompañada por una publicación.3 Más que hacer alarde de nuestra destreza, como era la finalidad de muchos de los antiguos dechados bordados, en “Flechas al cielo” quisimos explorar las múltiples posibilidades de jugar con los reflejos de la luz, creando texturas contrastantes en una larga tela monocromática.

Después de tejer, cosimos los tres lienzos lado a lado, a la manera de una tilma, el manto que usaban los hombres en varias regiones de Mesoamérica antes de la invasión europea. Las cintas que unen los tres lienzos muestran un enlazado de urdimbre, tejido con tarjetas, con huecos que se abren al envolver la trama con una aguja. Esta estructura, relacionada conceptualmente con la técnica de los antiguos huipiles zapotecos de Choapan, y otras prendas del norte de Oaxaca, adorna un par de servilletas tejidas en la primera mitad del siglo pasado que documenté en mi investigación de campo en el centro de San Luis Potosí para mi tesis de licenciatura. El fleco perimetral de la tilma también lo tejimos en la técnica de enlazado de urdimbre empleando tarjetas, como se fabricaban anteriormente algunas cintas y muchos flecos en varias comunidades del centro del país.

La mayoría de las estructuras que elegimos para tejer esta prenda aparecen en textiles mexicanos arqueológicos o etnográficos. El calado de tramas discontinuas, en particular, se aprecia en fragmentos dragados del cenote sagrado de Chichén Itzá en Yucatán, y también en un ceñidor, o braguero, encontrado recientemente en una cueva de la Sierra Gorda del estado de Hidalgo.4 Yo había experimentado previamente con algunas de estas técnicas con hilo de algodón en un telar de cintura pequeño, y así pude enseñárselas a Noé. En otros casos, la estructura fue una innovación mía: se la dibujé y expliqué a Noé, y él la ejecutó. El tejido con tarjetas se lo debemos a Tomoko Torimaru, experta textil japonesa, quien nos impartió un taller en el MTO en marzo de 2017. La variante con trama envolvente la desarrollamos Adriana Sabino y yo en el Museo, después de haber participado en dicho taller.

El diseño y el nombre de la tilma se inspiran en una figura protagónica de la mitología antigua registrada en tu’un savi (lengua mixteca) y en náhuatl. Nuestro colega Sebastián van Doesburg, investigador de
la Biblioteca Juan de Córdova, descubrió en 2016 un documento en el archivo de Teposcolula que data del siglo XVI y consigna una versión insospechada del mito, transcrita en el lenguaje ritual de la élite ñuu savi (pueblo mixteco). La narración se basó evidentemente en un códice precolombino como referente gráfico. Sebastián nos contagió su emoción por ese hallazgo. Así que, al retomar el tema, nuestro tejido busca actualizar y subvertir la etimología de Ilhuicamina, epíteto de uno de los tlatoanis mexicas: ilhuica[tl] ‘cielo’ + m na ‘tirar saeta’, en náhuatl clásico.

Las flechas que apuntan al firmamento se relacionan en nuestra imaginación con las ojivas nucleares. Si es fútil intentar flechar al sol (“Al que escupe p’arriba, en su cara le cai”, dice un refrán que escuché en una ranchería potosina), más lo es pretender disuadir la violencia con armas de destrucción masiva. La locura del entonces presidente de Estados Unidos, en sus escaramuzas verbales con el líder de Corea del Norte, subía de tono justo cuando Noé tejía los lienzos de esta tilma. La perspectiva de un holocausto nuclear nos angustia desde entonces, temor que se agrava en este verano de 2022 al escalar la guerra en Ucrania.

1 Empleamos ligamento sencillo en el tejido calado, reforzado al inicio y al final con enlazados de trama.

2 Para designar las estructuras básicas de tejido, tomamos como referencia una obra clásica en este campo: Emery, Irene. 1966. The primary structures of fabrics. The Textile Museum, Washington, D.C.

3 De Ávila B., A. 2015. In octacatl, in machiyōtl: dechados de virtud y entereza. Catálogo de exposición, Museo Textil de Oaxaca.

4 Conocimos esta pieza gracias a Arturo Gómez Martínez, subdirector de Etnografía del Museo Nacional de Antropología.


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