Hazaña cultural
El Códice de la Cruz-Badiano es el libro medicinal más antiguo que se haya elaborado en América. Es fuente de primera mano para conocer el funcionamiento de aquello que podríamos llamar “medicina prehispánica”, disciplina colmada de simbolismo y, sobre todo, de religiosidad. Sus autores, testigos y actores de dos épocas, la prehispánica y la novohispana, se convirtieron en el crisol perfecto donde se fusionó la idiosincrasia médica nahua con la occidental, especialmente la derivada a partir de autores grecolatinos como Dioscórides y Plinio. Es también una muestra del conocimiento ancestral de los pobladores americanos y prueba del aporte cultural de México hacia el mundo.
Baltazar Brito
En 1990, el Códice de la Cruz-Badiano regresó a tierras mexicanas, después de viajar en el tiempo más de cuatro siglos. Su importancia y su belleza lo hacían presente y quienes han estado en el Hospital de La Raza han admirado –acaso sin tener noticia de su origen documental–, en una pintura mural de Diego Rivera, un repertorio herbolario que repite con maestría aquella obra suprema de la erudición, la sabiduría ancestral y la representación artística de un tesoro mexicano. Para honrar ese acontecimiento de importancia mayor, el gobierno de la república —el Fondo de Cultura Económica y el Instituto Mexicano del Seguro Social— realizó una hermosa edición facsimilar. El valiosísimo documento quedó bajo resguardo de la Biblioteca del Instituto Nacional de Antropología.
En plena pandemia del COVID-19 no todas son noticias desastrosas. Una luz poderosa, antigua y de inmenso valor cultural se enciende con la novedad de un proyecto singular: articular un registro histórico superior con la vida actual y futura; reconocer la permanencia en el campo mexicano de la sabiduría antigua, milenaria, e imaginar una conversación entre la siembra, la historia, la medicina, los códices vivos y su inagotable depósito de noticias útiles. La Dra. Alejandra Moreno Toscano y el Dr. Baltazar Brito han realizado una hazaña cultural de primer orden: despertar el manuscrito de Martín de la Cruz y de Juan Badiano con una nueva edición y un acercamiento a los jardínes etnobotánicos. Al abrir esa caja de maravillas, hacen una contribución inestimable, hoy en día en que lo ominoso y lo nublado parecieran negar sentido a lo más común, a lo cotidiano. Con un documento de extraordinario valor hacen memoria y agitan ideas, posibilidades, recursos y ponen en circulación un repertorio cuyo alto significado histórico resulta conmovedor por su potencial vivo, permanente.
La presentación de la Dra. Alejandra Moreno Toscano da cuenta pormenorizada de las circunstancias en las que se realiza esta magnífica aportación y, gracias a un portal muy logrado, puede verse en línea el documento, leerse el magnífico estudio introductorio del Dr. Baltazar Brito y admirarse con la belleza y el arte mayor de este documento esencial en nuestra historia. Recomiendo también ver el video de la presentación del Códice, disponible en https://codicecruz-badiano.com/index.html#codex. La invitación merece atenderse: asomarse al Códice de la Cruz-Badiano es una oportunidad única para el estudio, el disfrute intelectual, la contemplación de una obra de arte mayor, la reflexión acerca del conocimiento y el vínculo que otorga a la sabiduría ancestral no solo vigencia, pues no requiere certificación, sino sobre todo, una luz que en los días que corren resulta fundamental bálsamo y una estupenda inspiración.