Gracias a libro las hojas del Códice de Yanhuitlán estarán siempre unidas
Oaxaca, Oax.- La semana pasada se presentó el libro Códice de Yanhuitlán (1520-1544) en la Biblioteca Francisco de Burgoa, justo en el lugar donde hace casi un año se expusieron todas las hojas hasta ahora encontradas de dicho documento. En ese espacio del ex convento de Santo Domingo estuvieron juntas las fojas que, durante más de tres siglos, estuvieron separadas.
Cada parte tiene su propia historia. A principios del siglo XVIII este códice mixteco estaba en manos del cacique de Teposcolula, también heredero de los señoríos de Yanhuitlán y Tututepec, y fue dividido en tres partes. La mayor, de doce fojas, permaneció en Teposcolula, para después llegar a Puebla en el siglo XIX, donde actualmente está resguardada en la Biblioteca Histórica José María Lafragua. Otros dos fragmentos fueron añadidos a expedientes judiciales.
Desde 1947 se sabe que uno de estos dos fragmentos existe en un expediente del Archivo General de la Nación (AGN). Por razones aún no del todo aclaradas, las cuatro fojas que lo conforman están cosidas con un expediente referente al cacicazgo de Tututepec en la Costa. Faltaba el tercer fragmento: tres fojas más que se habían perdido. Hasta que en el 2007 aparecieron en la Ciudad de México. Gracias al esfuerzo y el empeño de varios ciudadanos, esta parte regresó a la ciudad de Oaxaca en el año de 2013.
Un año después de haberse reunido todas las fojas, por primera vez en tres siglos, se presentó el libro Códice de Yanhuitlán (1520-1544), donde los investigadores Sebastián van Doesburg, Manuel A. Hermann Lejarazu y Michel R. Oudijk presentaron sus estudios sobre este documento histórico. Este libro es la conclusión natural del encuentro de las fojas oaxaqueñas, pero contó con el decisivo apoyo de la doctora María Isabel Grañén Porrúa. Hay otras dos ediciones de libros anteriores. En cada publicación se iban sumando nuevos hallazgos y estudios al respecto.
Como contó el doctor Sebastián van Doesburg, director de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, en la presentación, “las anteriores ediciones corresponden a la secuencia que se descubrieron los fragmentos. La primera edición de 1940 [comentada por Wigberto Jiménez Moreno y Salvador Mateos Higuera], que es un hito, un clásico en el estudio de los códices, realmente es la primera publicación académica sobre los códices de la Mixteca, anterior a los famosos descubrimientos de don Alfonso Caso, un estudio magistral que todavía hoy en día todavía es reconocido como una obra fundamental para el estudio de los códices mixtecos y que fue además el primer texto académico que el recién fundado Instituto Nacional de Antropología e Historia publicó. La segunda edición, también del INAH, de 1994, [comentada por María Teresa Sepúlveda y Herrera] ya incluía la parte del AGN. Esta tercera edición incluye ya las tres partes. Cada edición crece un poquito más el facsimilar y ésta es la primera vez que se publican todas las hojas”.
Sobre la edición facsimilar del libro, sobre cómo se hizo el trabajo de edición y diseño, el mismo Van Doesburg habló del uso de las nuevas tecnologías para una mejor calidad, donde “todas las hojas fueron escaneadas de nuevo, agradeciendo a las diferentes instituciones la posibilidad de ingresar con el escáner y hacer nuevos escaneos para estar seguros de que están calibradas las imágenes. Entonces tenemos una reproducción muy precisa”. Este trabajo fue coordinado por la maestra Penélope Orozco de la Bibioteca Francisco de Burgoa.
En la presentación del libro, editado gracias a la colaboración de varias instituciones —el AGN, la Biblioteca José María Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Biblioteca Francisco Burgoa de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, el Museo Textil de Oaxaca y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO)—, estuvieron presentes la doctora Isabel Grañén Porrúa, directora de la Biblioteca Francisco de Burgoa y presidenta de la FAHHO; la licenciada María Fernanda Treviño Campero, directora de publicaciones y difusión del AGN; la maestra Lourdes González, administradora de la biblioteca José María Lafragua; los tres presentadores: la doctora María de los Ángeles Romero Frizzi, investigadora del INAH; el doctor Baltazar Brito Guadarrama, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia; el doctor Rodrigo Martínez Baracs, investigador del INAH; y los tres investigadores y autores del libro: Sebastián van Doesburg, Manuel A. Hermann Lejarazu y Michel R. Oudijk.
Gracias a la unión de muchas instituciones e individuos, ahora, por fin, como afirmó Sebastián van Doesburg en dicha presentación, esta publicación representa “la idea de que un libro pudiera ser la manera de reunir las tres partes para siempre”.
El Códice de Yanhuitlán
El Códice Yanhuitlán es un documento con raíces en la profunda tradición escrituraria de la Mixteca. Sin embargo, es a la vez una obra que despliega una gran fuerza creativa. Fue elaborado por pintores de Yanhuitlán durante una de las etapas más dramáticas en la historia de los mixtecos: la llegada y la posterior consolidación del sistema colonial español (1520-1544). Como pocas otras fuentes de la época, este documento nos permite acercarnos a esta experiencia a través de los ojos de los propios actores mixtecos. Debido a su objetivo y contexto particulares, el Códice Yanhuitlán se distingue por su formato, estilo y contenido de los demás libros pictográficos [códices] mixtecos, incluso de aquellos elaborados en fechas cercanas.
Sebastián van Doesburg, también investigador de la UNAM, afirma que “en lugar de aferrarse a las técnicas, imágenes y la temática prehispánicas, sus autores crearon una obra novedosa, hasta atrevida. En lugar de acudir al formato tradicional del libro en forma de biombo, hecho a partir de una larga tira de cuero o papel, este documento consiste de hojas sueltas, imitando un libro europeo”.