Florera bordada de perlas
Al sur de la ciudad de Oaxaca se encuentra Zaapeche, comunidad cuyo nombre significa ‘Nube donde se esconde el jaguar’ en la lengua originaria de los binnigula’sa’, ancestros zapotecos, hoy mejor conocida como San Bartolo Coyotepec. Este pueblo es reconocido a nivel internacional por la elaboración de alfarería de color negro, a la que se dedican sus habitantes desde hace cientos de años. En esta ocasión les hablaremos del trabajo del maestro del arte popular de Oaxaca José López Aragón quien, junto con su esposa, han creado la “Florera bordada de perlas”.
Para darle vida a la florera se recorre el siguiente camino: una vez que se ha extraído el barro, el maestro lo amasa de manera uniforme, lo que permitirá que tenga una buena consistencia a la hora de modelar la pieza. Lo primero que elabora con el barro son tiras que va colocando en un torno manual de madera, que previamente ha cubierto con barro en polvo para que la pieza no se pegue; luego, al tener “levantada la pieza” se forma la boca con un pedazo de cuero de res, detalle que ayuda a que esta parte de la florera sea lo más delgada posible. Para que la pieza gane consistencia se deja secar por un día. Posteriormente se procede a rasparla, por dentro y por fuera, con un pedazo de jícara, esto es para adelgazarla y estilizarla con más facilidad, si este procedimiento se hiciera desde el comienzo, no soportaría el peso y se caería.
Cuando la florera está delgada se comienza a bruñir con un cuarzo para que adquiera su característico acabado brilloso; cuando ya se ha bruñido toda la pieza, el maestro la perfora con un carrizo, después se concentra en los acabados y, finalmente, la cubre con un plástico para que se seque por completo y finalmente se procede a hornearla.
Quien se encarga de hacer las “perlas” es la maestra Modesta Gonzáles Ruiz. Con gran habilidad las elabora huecas y, al estar oreadas, las bruñe una por una. Por más de veinte días se elaboran entre 500 y 525 perlas que luego serán horneadas durante 12 horas. Cuando están listas se “bordan” en la florera con hilo negro: el resultado final es una pieza que tan solo con verla deseamos tener en nuestros hogares.
Al apreciar las grandes habilidades de las y los maestros comprobamos que, con el paso del tiempo, sus manos se han convertido en las principales herramientas con las que dan vida a sus piezas, en donde plasman sus años de aprendizaje y su legado como una herencia para las nuevas generaciones.
Te invitamos a conocer estas floreras bordadas de perlas en las salas de Andares del Arte Popular, ubicada en Avenida Independencia 1003, Oaxaca, Centro.