Estar y ser con lo que nos rodea: un encuentro de pensamientos
Desde el 12 de abril al mes de septiembre de 2024, Casa de la Ciudad albergó la exposición “Ser y estar con lo que nos rodea”, una muestra que materializó, por medio de fotografías, maquetas, láminas, proyecciones, esculturas y texturas, el trabajo de 30 de años del arquitecto Juan José Santibáñez y los arquitectos artesanos que le han acompañado a lo largo de un camino constructivo inspirado en la arquitectura vernácula y los pueblos de la mixteca.
Esta muestra permitió reunir cada semana, mediante múltiples recorridos, charlas, conferencias y presentaciones de libros a estudiantes de arquitectura para que pudieran conocer la exposición. Sin embargo, más allá de eso, el objetivo era despertar su interés en las tradiciones constructivas de Oaxaca y sus valores subyacentes: funcionalidad, uso eficiente de los recursos disponibles, identidad cultural y sabiduría ancestral.
Recordemos que la arquitectura vernácula es el resultado de muchos años de adaptación y de perfeccionamiento de técnicas constructivas que las distintas comunidades humanas han desarrollado a modo de soluciones y como respuesta a las condiciones del entorno. Estos saberes se han transmitido de generación en generación, dando como resultado un conocimiento acumulado que encierra la sensibilidad, la observación y la sabiduría de un pueblo en específico. Este tipo de conocimiento ha sido la piedra angular de la arquitectura de Santibáñez.
La exposición también realizó una fuerte crítica a la conceptualización de la arquitectura contemporánea:
Están naciendo arquitecturas novedosas para las fotografías de Instagram y concurso, a mi parecer, vacías de contenidos reales que pronto se sumarán a la lista de elefantes blancos, porque solo nacieron como una bonita idea y no como una necesidad real en un plan de comunidad en la ciudad […] No guardamos ningún respeto a la herencia que nos dejaron.
Ningún respeto a las normas básicas del urbanismo, a ningún plan de desarrollo… no respetamos el suelo, el cielo, el río, por consiguiente, a la tierra, al aire y al agua (Santibáñez, 2024).
Además, promovió conversaciones en torno a la nueva arquitectura, la arquitectura tradicional y los valores que reconocemos, o ignoramos, al momento de construir. Esto en consonancia con los valores que Casa de la Ciudad difunde desde que se fundó, hace 20 años: la arquitectura centrada en las personas y sus necesidades particulares y colectivas, así como en su identidad cultural. Una arquitectura que busca el bienestar físico, emocional y social de las personas.
Esta exposición unió estos dos enfoques de la arquitectura y nos permitió difundir sus valores: contribuir, por medio de la arquitectura, a la creación de entornos más humanos y saludables que abonen al bienestar de la comunidad.