Boletín FAHHO Digital No. 34 (Ene 2024)

Embajador de la paleontología en el Centro Cultural San Pablo

Vidal Pineda

El embajador de la paleontología mexicana ha llegado a Oaxaca y estará en el atrio del Centro Cultural San Pablo para compartir con las infancias, adolescencias y familias oaxaqueñas la historia de los dinosaurios en México. Se trata del “Sabinosaurio” —nombre con el que se le bautizó de manera coloquial—, una réplica natural del fósil de un hadrosaurio encontrado de manera fortuita en 2001 por el ingeniero Juan Pablo García en Sabinas, Coahuila, al norte de México; esta parte del territorio nacional es conocida por la gran cantidad de hallazgos de fósiles de dinosaurios de diferentes familias como los tiranosauridos, los ceratópsidos, los ornitomímidos, los ankilosaurios y los hadrosaurios.

La maestra Felisa Aguilar, bióloga y paleontóloga que acompañó al embajador en este su primer viaje al sur del país, nos cuenta que el “Sabinosaurio” habitó por esas regiones de México durante el Cretácico tardío, es decir, hace aproximadamente 70 millones de años, y forma parte de los dinosaurios conocidos como “pico de pato” por la forma en que termina su mandíbula.

Aunque en el atrio de San Pablo podremos apreciar el esqueleto completo, la maestra Felisa Aguilar cuenta que al momento de su hallazgo el “Sabinosaurio” solo conservaba entre el 60 y el 70 % de su composición ósea, por lo que paleontólogos especialistas tuvieron que reconstruir las partes faltantes tomando como referencia otros restos fósiles similares a los de esta especie.

Gracias a que se determinó la longitud del fémur recuperado —1.3 metros—, se sabe que este dinosaurio pudo alcanzar una talla de hasta 11 metros de largo por casi 3 de alto, lo que lo convierte en uno de los más grandes hadrosaurios conocidos en Norteamérica.

Para la maestra Aguilar, la presencia del “Sabinosaurio” en la ciudad es de gran importancia, ya que nos ayuda a comprender la historia de nuestro planeta y de los seres que lo habitaron hace millones de años, pero también porque es una muestra de la relevancia de la paleontología mexicana. Por ejemplo, en Oaxaca hay evidencias de vida marina —restos de trilobites, caracoles, almejas e incluso plumeros de mar— proveniente de un mar que existió hace 360 o 300 millones de años, siendo este el registro más antiguo de fósiles en el estado.

También se tiene información de ecosistemas marinos y terrestres tanto del Jurásico como del Cretácico, fósiles de plantas, reptiles marinos, ammonites e incluso dinosaurios, quienes dejaron los rastros de su caminar.

Para conocer más datos sobre este imponente dinosaurio, pueden visitar a este embajador de la paleontología mexicana durante los dos meses que habitará el atrio del Centro Cultural San Pablo.


Lo sentimos, la página que buscas no existe.

¡Muchas Gracias!
En breve nos pondremos en contacto contigo.