El trenzado de la cultura escrita
Para Xicoténcatl
Es territorio común escuchar que la adolescencia es una de las etapas más complejas y retadoras para docentes y padres de familia, pues son anómicos, rebeldes sin causa y flojos para leer. Sin embargo, como toda generalización, el concepto y los imaginarios que poseemos sobre esta población suelen adolecer de imprecisiones, prejuicios y “profecías autocumplidas” (Watzlawick, 1988).
Según el Diagnóstico de prácticas de lectura en niños y jóvenes en México, 2016 y la UNESCO (La lectura en la era móvil, 2015), 90% de niños y jóvenes de entre 12 y 30 años de edad prefieren soportes digitales de lectura: computadoras, tabletas y smartphones. La generación @ –como se le ha llamado por su decantamiento digital– lee novelas, política, idiomas, ciencias sociales, cine y arte, mientras escucha música, come o ve televisión. Crean y participan activamente en comunas virtuales: grupos de lectores en Facebook y/o WhatsApp, Goodreads, Spotify, Kindle, Universal Book Reader, Google Play Books o Digitalee para hablar de libros, escritores y experiencias lectoras, usando lenguaje “audiovisual”. Ellos son también escritores interactivos, sea en blogs o con “nanoliteratura”. Los arroba son hiperlectores, breves, es cierto, aunque con un acceso a un menú diverso y ancho, capaces de abordar territorios, lenguajes y una conciencia más global.
Rafael Cessa (Jornadas de la oralidad en la escritura contemporánea, 2013), agrega: “[estos jóvenes tienen] la posibilidad de ir más allá de los libros, ir a otras plataformas e ir a otros lugares al encuentro de las mismas cosas que quizás nosotros todavía buscamos en los libros. Son historias, es la comunicación, esa necesidad de entender cosas, a nosotros mismos, compartir palabras, historias, recuerdos”.
Los “audiovidentes” dedican horas y horas a escuchar literatura en forma de canciones, que es, no lo olvidemos, la genuina forma del género lírico. Juglares contemporáneos como Phito Torres (Veracruz) o Iván García (Puebla) grafitean el otro pentagrama estético juvenil.
En Oaxaca, en línea: aion.mx o mula blancxa o vía impresa: Hebefrenia, LunaZeta, Comején, Avispero, Arrecife, Tiza ke riú, Delirium Tremens y Oaxaca profundo trenzan las hebras de la joven cultura escrita. Clyo Mendoza, Jessica Santiago Guzmán, Haydee Ramos y Alejandro Aparicio Morales leen, escriben, hablan, piensan y actúan alrededor de la escritura y los textos. Hablantes legítimos y autorizados insertados en una red virtual, movediza y parlante que grafitean los otros horizontes de los campos, formas y modos de la lectura.