El infierno verde
Concebir un estadio de vanguardia internacional implica llevar el inmueble más allá de lo visualmente espectacular. A la par del deterioro progresivo que las actividades humanas han ocasionado a su entorno, se han creado prácticas orientadas a reducir o revertir el impacto negativo generado hasta el momento en el medio ambiente. Así, el Diamante de Fuego es uno de los estandartes de la arquitectura ambiental en nuestro país, ya que promueve el uso eficiente de recursos para su funcionamiento.
El Estadio Alfredo Harp Helú fue concebido para comprometerse con la preservación y la coexistencia armónica de este deporte con el espacio en el que habita; siendo esta una edificación orientada hacia la ecología desde su cimentación contando con 70 000 m³ de concreto ECO, elaborado con material reciclado que ofrece al inmueble una larga vida útil con un menor gasto de mantenimiento.
Al ser una construcción dedicada al entretenimiento y al deporte, y alejada de los diseños en forma de contenedor, el Infierno de la Ciudad de México cuenta con un aprovechamiento de la luz diurna que, junto con sus largos pasillos y sus espacios abiertos, optimizan el sistema de ventilación y climatización del estadio, orientados al ahorro de energía eléctrica.
Por otro lado, el ahorro de agua está garantizado gracias a dos de los principales diferenciadores del inmueble. En principio, el campo de juego, que ocupa una superficie de 13 600 m² de césped artificial de bajo mantenimiento, llega a ahorrar más de 11 000 millones de litros de agua al año, pues no es necesario regarlo a diario. En segundo término, el diseño de la techumbre, que cubre gran parte del recinto, junto con la tecnología de desagüe del campo hacen posible la recolección de agua pluvial destinada tanto a los servicios sanitarios durante los eventos, como al mantenimiento del campo de juego.
El levantamiento del Diamante de Fuego se produjo como respuesta ante la falta de una casa propia para los Diablos Rojos del México, pero respondió, de manera paralela, a la necesidad de contar con un espacio moderno en la capital del país, en materia de entretenimiento deportivo, orientado a las tendencias arquitectónicas sustentables
que se han replicado a lo largo del siglo XXI.
Datos verdes:
• Utilización de concreto ECO durante su construcción
• Campo sintético de bajo mantenimiento
• Tratamiento de aguas negras
• Recolección de agua pluvial
• 174 luminarias LED de bajo consumo
• Reutilización de agua para servicios
• 410 árboles sembrados
• 15763 m2 de áreas verdes