El Día Mundial del Agua:30 años haciendo conciencia
En 1992 ocurrieron dos sucesos relevantes en torno al medio ambiente. Primero, en el mes de diciembre, y derivado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo: todas las naciones del mundo acordaron crear conciencia sobre el buen uso de las fuentes hídricas, por lo que se acuerda que cada 22 de marzo, a partir de 1993, se conmemorará el Día Mundial del Agua con la publicación de un informe que se centre en una temática específica y que genere un impacto en la conciencia colectiva. Segundo: se decreta la Ley de Aguas Nacionales en México. Esta determinación consiste, básicamente, en regular la explotación, uso o aprovechamiento del agua, su distribución, control y la preservación de su cantidad y calidad. Sin embargo, de acuerdo con datos proporcionados por Carlos González García, abogado agrario y de pueblos indígenas e integrante de la Coordinación Nacional del Congreso Nacional Indígena, actualmente se sabe que las concesiones otorgadas a un total de tres mil empresas nos llevan, lentamente, a padecer la privatización de este vital líquido. Lo anterior se agrega a las circunstancias que actualmente ya padecemos: la contaminación y el cambio climático.
Al pensar en la conmemoración y en el decreto de la Ley de Aguas, algunas ideas resurgen y se vuelven más relevantes que en el momento de haberlas sentido por primera vez.
Al igual que para muchas personas, el cine no solo me resulta un entretenimiento, sino motivo para ciertas reflexiones. En 2019 se estrenó Black Waters, una película que a la fecha sigue resonando en mi memoria. El filme narra la historia de un abogado medioambiental que busca defender los derechos de un puñado de habitantes de West Virginia que durante décadas han sido testigos de la devastación de su ecosistema y, por ende, de su salud, debido a la contaminación de sus ríos provocada por una industria química. La historia cobra mayor relevancia cuando nos enteramos de que no solo está basada en hechos reales, sino que engloba un tema tan común y cercano a nosotros que podemos atestiguar hoy día. Así mismo, se han realizado más adaptaciones que tocan una gran diversidad de temas sobre los problemas que el ser humano enfrenta —provoca— respecto al agua: la contaminación, escasez, desabasto, privatización y el cambio climático. Erin Brockovich, una mujer audaz (2000), También la lluvia (2010), Rango (2011), o documentales como Un mundo sin agua (2006), La sed del mundo (2012), H2OMX (2015) son algunos ejemplos que nos invitan a reconocer que el problema no es ajeno a nosotros, y que nos obligan a voltear la vista sobre el daño potencial que le ocasionamos al planeta y a nosotros mismos al contaminar, privatizar y generar desabasto del agua.
La crisis climática que hoy vivimos nos ha modificado, por ejemplo, hasta las estaciones del año. Recuerdo cuando mi abuela decía “en su tiempo está”, cada que me asustaba con los torrenciales que caían en mi ciudad, ¡y eso no tiene más de 20 años! La primavera, y el calor que la acompaña, comenzó a asomarse a fines de enero; las lluvias, durante la primera semana de marzo. Frente a este panorama, unos pronostican grandes sequías, más de las que ya hemos visto en la última década; otros, que nos deparan inundaciones igualmente anormales debido al exceso de calor. La frase “en su tiempo está” ahora suena distante, extraña; hoy tenemos que cargar con el suéter y el paraguas porque, más bien, “uno nunca sabe”, ya no se sabe.
Calor y contaminación son enemigos que, por años, el agua misma se había dedicado a combatir (con las lluvias, los ríos y mares que todavía abundan); pero su carestía y el aumento de la violencia —muchas veces provocada por el desabasto en zonas marginadas—,son consecuencias que todos los días vemos o escuchamos y a las que muchas veces no les prestamos atención.
Afortunadamente no está todo perdido: colectivos, activistas y la sociedad civil luchan diariamente desde diferentes frentes por la defensa del agua. Este año, bajo el lema para conmemorar la fecha, “Acelerando el cambio”, la onu pretende lograr la cooperación, las alianzas y los acuerdos internacionales.
La palabra que agregaría es urgente: urge tomar acción, urge continuar difundiendo datos, estrategias y urge no olvidar que todos somos responsables del agua.