EL DERECHO AL ARTE Y LA CULTURA PARA NUESTROS INFANTES
El 27 y 28 de febrero hubo una fiesta infantil en el Centro Cultural San Pablo. Fue una celebración colmada de cultura: dos mañanas y dos tardes dedicadas exclusivamente al público más pequeño al que en diversas ocasiones no se le permite la entrada a teatros y espacios donde se ofrecen propuestas, inclusive infantiles.
La población más pequeña, también llamada primera infancia, que va desde un recién nacido hasta los seis años, fue motivo de atención y dedicación. Gracias a la sinergia de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y al programa federal de la Secretaría de Cultura, Alas y Raíces, fue posible que más de 800 infantes y sus respectivos familiares disfrutaran jugando, bailando, cantando, pintando, haciendo teatro y leyendo. Cada pequeño con su acompañante transitaba de taller en taller gozando a lo grande.
Los rostros de los familiares eran de asombro y de expectación: ¿cómo?, ¿un taller de teatro, de literatura, música y artes plásticas para pequeños de cero a tres años? Esto sí fue posible, así como una obra de teatro y un espectáculo musical de Cri-Cri.
En palabras de Eva Janovitz, directora de esta primera feria realizada en la ciudad de Oaxaca, la respuesta de los asistentes fue notable e increíble. Desde la Coordinación de Proyectos Educativos de la FAHHO se intensificó la campaña informativa de este 1.er Festival para la Primera Infancia. Los padres de familia e interesados inscribían a sus hijos, lográndose el registro de 800 infantes que participarían en los 32 talleres. Por razones obvias, hubo participantes que no pudieron llegar y los que estaban en lista de espera o llegaban en el momento pudieron participar.
El Centro Cultural San Pablo se convirtió en un maravilloso escenario para esta fiesta. La ambientación a cargo de Alas y Raíces fue una sorpresa para todos: una mamá pata y su pequeño hijo, ataviados con prendas de nuestras regiones, fueron el marco para que muchos se tomaran la foto del recuerdo. Los más de diez especialistas que vinieron a guiar las actividades y los testimonios de los familiares participantes coinciden en algunas ideas:
• Desde casa podemos crear espacios de arte y cultura con nuestros infantes, siendo creativos sin mayor gasto, buscando materiales y dándonos tiempo y libertad para convivir con ellos.
• No forzar a los infantes; sí guiarlos y seguirlos de acuerdo con sus intereses y gustos, observarlos y respetarlos. Estar listos para las sorpresas que surjan.
• Reconocer el valor de la observación y la escucha con los más pequeños, vivirlo y disfrutarlo.
• El juego es una las mejores plataformas para conocernos como humanos y para los niños es vital y atractivo.
• No preocuparse por lo que puedan aprender, mejor relajarnos y gozar de la actividad que estemos viviendo con los infantes.
Aunque las ofertas culturales y artísticas para la primera infancia todavía son limitadas, se pueden buscar referentes y visitar, espacios, por ejemplo, la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, en Xochimilco, que cuenta con espacios y actividades diseñados para esta población.
A modo de cierre. Para todos los que vivieron la experiencia en esos dos días, los invitamos a replicar en casa lo que más les haya gustado a los pequeños, y que se atrevan a volver a ser niños y niñas con sus seres amados.
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