EDITORIAL
Es la época en la que los campos de Oaxaca se riegan y reverdecen. Los cerros adquieren tonalidades exuberantes, casi imposibles, como si hasta la vista se nos hubiera renovado. Sin embargo, no todas las tierras reciben de manera positiva esta temporada de lluvias; en otros lugares se desbordan los ríos, se deslavan los caminos, se pierden bienes y vidas. La humanidad sigue en constante aprendizaje: debemos hacer buen uso no solo del agua, sino de la tierra misma, y de todas las energías a las que tenemos acceso para dejar esta tierra mejor que como la encontramos.
Dice Gastón Bachelard que para que una meditación se prosiga con bastante constancia como para dar una obra escrita es necesario que un elemento material le dé su propia sustancia, su poética específica. Así, en esta ocasión, las meditaciones de los colaboradores de la Fundación se sirvieron del agua como poética para cada uno de los textos que entregamos en esta edición del Boletín Digital FAHHO.
El lector encontrará reflexiones sobre el uso que se hace del agua en las diversas tareas que se desempeñan en las instituciones de la Fundación. El Museo Textil, por ejemplo, comparte un texto de los integrantes del Taller Arte Seda, de Teotitlán del Valle, quienes no pierden la oportunidad para meditar sobre el agua incluso desde las prendas de vestir que elaboran. En el texto del Jardín Etnobotánico de Oaxaca nos remitimos a la construcción de la cisterna de este edén localizado en el corazón de la ciudad de Oaxaca, y la BS Xochimilco nos comparte un video en el que explica el funcionamiento de su sistema de captación de agua de lluvias. El artículo de la BIJC nos detalla algunos datos que empapan historia de la instalación de la planta hidroeléctrica en San Agustín, Etla, así como una valorización de su actual estado y posibles usos.
A partir de la reflexión de nuestros amigos y colaboradores, invitamos a nuestros lectores a tomar el agua también como su poética para meditar, aprender y cambiar nuestra visión. También nosotros podemos reverdecer y crecer como el campo.