Diablura al cuadrado

“Rodado al picher, Anraku levanta, le pasa a Marmolejos y…, ¡los Diablos Rojos son los campeones del Centenario de la Liga Mexicana de Beisbol, en la celebración de su aniversario 85!”. Así se escuchó la última jugada del encuentro donde la Pandilla Escarlata se coronó por decimoctava ocasión, esta vez en el Estadio Panamericano, sede de los Charros de Jalisco.
Por segundo año consecutivo el México requirió únicamente de cuatro juegos para alcanzar el título, y acumuló la fantástica e inédita cantidad de 12 victorias ininterrumpidas en Series Finales, tomando en cuenta que el año anterior, ante Monterrey, y en el 2014, frente a Puebla, los Rojos también definieron por barridas.
Con base en un estilo de juego dinámico a la ofensiva y un picheo de relevo indomable, Lorenzo Bundy, manager del equipo capitalino, estableció una estrategia que le permitió superar en todos los sentidos a los Charros de Jalisco, quienes tuvieron ventaja en la pizarra en uno de los 36 innings que se disputaron en la tan bién conocida como Serie del Rey.
En un déjà vu de 2024, la Serie de Campeonato de la Zona Sur resultó el trampolín para que los Diablos Rojos se convirtieran nuevamente en una aplanadora al encarar el compromiso final. Entre la definición del título sureño ante los Piratas de Campeche y la Serie del Rey contra Jalisco, el México consiguió siete triunfos al hilo, después de que los bucaneros llegaron a tener ventaja de dos triunfos contra uno.

Siendo el beisbol un universo de números, el campeonato 18 coloca al club carmesí como el equipo profesional del deporte mexicano más ganador de todos los tiempos, además, la barrida sobre los Charros es la cuarta que consiguen en Series Finales (1974, 2014, 2024 y 2025), hecho único en la LMB. Al mismo tiempo, el bicampeonato de los Rojos es el cuarto en su historia inigualable, algo que ningún otro club puede presumir.
En otro caso sin precedentes, el primera base estadounidense de sangre dominicana, José Marmolejos, fue designado como el Jugador Más Valioso de la Serie del Rey por segundo año consecutivo, con un porcentaje de bateo de .667, 10 hits, 2 dobles, 2 cuadrangulares y 3 carreras empujadas, dejando en segundo lugar al panameño Allen Córdoba, quien lo superó en carreras producidas al alcanzar un total de 8.
Al ganar la corona en terreno ajeno, los escarlatas organizaron nuevamente un festejo con sus aficionados, donde la música, los fuegos artificiales y el show de drones solo fueron superados por el anuncio sobre Robinson Canó: el dominicano volverá para vestir la franela roja en 2026, temporada en la que el equipo buscará alcanzar la gloria de un tricampeonato, logro que se consumó por única vez hace 76 años.
