De tela y metal: La historia numismática de Oaxaca en el Mufi

¿Alguna vez te has imaginado pagar con un billete impreso en tela o con monedas acuñadas a toda prisa en medio de las montañas? La historia monetaria de Oaxaca está llena de episodios tan extraordinarios como reveladores, donde el dinero fue mucho más que un medio de intercambio: se convirtió en símbolo de resistencia, ingenio y soberanía.
La exposición “Oaxaca en circulación: monedas y billetes, patrimonio oaxaqueño” —organizada por el Museo de la Filatelia de Oaxaca en colaboración con el Club Numismático Oaxaqueño— abre una ventana hacia estas fascinantes historias por medio de las dos salas temáticas donde actualmente se encuentra en exhibición.
La primera, dedicada al papel moneda, revive el momento en que Oaxaca se declaró Estado Libre y Soberano durante la Revolución, bajo el gobierno de José Inés Dávila en 1915. Ante la urgencia de sostener la vida económica y política de un gobierno en resistencia, se emitieron billetes en distintas denominaciones que, además de circular como recurso económico, funcionaron como un manifiesto de autonomía regional. Estos billetes guardan detalles sorprendentes: al combinar las letras de sus series podían formarse las palabras “JUAREZ” y “P. DIAZ”, un guiño simbólico entre pasado y presente revolucionario. También destaca la variedad de materiales utilizados, pues, ante la escasez de insumos, se recurrió al papel de libretas contables e incluso a la tela para crear piezas tan resistentes como raras, que hoy son verdaderos tesoros de la numismática.

La segunda sala recorre la historia de las monedas en Oaxaca, desde las acuñaciones insurgentes de Morelos durante la Independencia hasta la creación de la Casa de Moneda en 1857, autorizada por Ignacio Comonfort y con Benito Juárez al frente del gobierno estatal. Aunque sus primeras emisiones fueron toscas, esta casa llegó a producir piezas que circularon ampliamente antes de su cierre en 1893.
El recorrido incluye también el episodio de 1915, cuando el mismo Dávila ordenó acuñar una moneda propia como emblema de soberanía estatal, dando origen a una de las series más extensas y extraordinarias del periodo revolucionario. Con grabados elaborados y el busto de Juárez en el anverso, estas monedas de oro, plata y cobre se convirtieron en un testimonio de la capacidad organizativa y la aspiración de autonomía de Oaxaca.
Pero la historia no termina ahí: la numismática oaxaqueña continuó en desarrollo mediante diversas medallas y a través de la representación de Oaxaca en las monedas nacionales, reflejando la vida política, económica y cultural de la región a lo largo del siglo XX y hasta nuestros días.

En conjunto, la exposición revela cómo cada billete y moneda narra una historia de lucha, creatividad y orgullo. Son piezas que no solo circularon en mercados y manos de ciudadanos, sino que también transmitieron mensajes políticos, proclamaron soberanía y dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva.
Visita esta exposición que habitará nuestras salas hasta noviembre de este año, y descubre cómo la historia de Oaxaca se escribió en papel… y en metal.