De cara al futuro
Es inmensamente triste ver cómo la naturaleza nos está
hablando y los humanos no escuchamos.
Victor Hugo
Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente; una fecha que busca generar conciencia sobre los efectos negativos que la acción humana está ocasionando sobre el planeta desde hace varias décadas. No obstante, este es un día que deberíamos celebrar siempre, con cada acción y gesto, para reducir la crisis ambiental que se vive actualmente.
Una buena forma de hacerlo es enseñando a los niños y niñas la importancia de cuidar la Tierra y sus riquezas naturales. Una vida más ecológica y sostenible, es decir, en equilibrio con la naturaleza, es la nueva propuesta que se está desarrollando en el presente para construir un entorno más amigable.
El futuro comienza ahora mismo a partir de iniciativas que ayuden a cambiar las cosas y, aunque el trabajo a realizarse es inmenso, cada acción es importante. A lo largo de 16 años, la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, y con ella toda la Red de Bibliotecas Infantiles BS, se ha sumado a estas iniciativas y movilizaciones mediante un programa de actividades pensadas especialmente para niños, con el objetivo de hacer conciencia sobre los problemas ambientales, pero mayormente para proponer y modificar hábitos de la vida diaria que contribuyan a reducir la huella humana sobre el planeta.
Recientemente, en el mes de mayo, se programó una cartelera denominada “De cara al futuro: Actividades informativas y didácticas en pro de la ciencia y el desarrollo sustentable”, una iniciativa con la que se pretende consolidar una formación continua y práctica para que los niños reconozcan las diversas problemáticas que atañen al medio ambiente y, al mismo tiempo, para proponer soluciones que a largo plazo impacten en la huella ecológica.
Una de las dificultades que recientemente está viviendo la ciudad de Oaxaca y sus alrededores es cómo procesar las toneladas de basura generada todos los días. Compostear los residuos inorgánicos es una excelente alternativa: además de eliminar y reciclar este tipo de restos, se reduce la cantidad de residuos sólidos, mejora la fertilidad de los suelos y se evitan problemas de contaminación ambiental.
En respuesta a esto, se gestionó el taller de Lombricomposta y Huertos urbanos, dos actividades complementarias en las que, aprovechando los desechos orgánicos, y con ayuda de la lombriz roja californiana, se genera un abono rico en nutrientes, mismo que se utiliza para cultivar verduras, hortalizas, hierbas o frutas.
Otro tema de interés son las abejas y su importancia como polinizadores. A partir de una infografía y un taller con apicultores, se divulga información sobre las abejas meliponas, una especie de abeja sin aguijón, productoras de miel y encargadas de polinizar plantas nativas, árboles y arbustos.
Es justo a través de este trabajo vivencial y de divulgación que la BS busca que niñas y niños incorporen aptitudes para resolver poco a poco los problemas ambientales y del entorno que los rodea. Estamos seguros de que estas pequeñas acciones repercutirán en el futuro, en la educación ambiental de las generaciones venideras y en las formas de relacionarnos con el planeta.
A los adultos nos corresponde acompañar a las infancias en estos procesos y reconsiderar nuestra relación con el entorno partiendo de hábitos sostenibles que recuperen el equilibrio natural del medio ambiente. Así que celebremos el Día Mundial del Medio Ambiente, pero no solo un día al año, si no todos los días con pequeñas acciones que sumen.