Concluye el Festival de Cuentos para Niños con la promesa de regresar en 2016
Oaxaca, Oax.- Después días de compartir historias con niños y adultos de diferentes lugares de Oaxaca, el jueves pasado en el Centro Cultural San Pablo concluyó el 8º Festival de Cuentos para Niños, con una función donde todos los cuentacuentos participantes tuvieron algo que contar.
Para festejar el Día del Niño, Cuentos Grandes para Calcetines Pequeños organizó por octava ocasión la gran fiesta de la narración oral en Oaxaca, en la cual del 24 al 30 de abril se dieron cita narradores de larga trayectoria, originarios de México, Cuba, Colombia, España y Francia, quienes trajeron cuentos y leyendas que disfrutaron los asistentes.
En esta edición las historias llegaron a los municipios conurbados con la ayuda de Casa de la Ciudad y las Bibliotecas Móviles Urbanas de la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHHO), que coordina la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca.
Además, como en años anteriores, los cuentacuentos inundaron de risas el Centro Cultural San Pablo, la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, el Centro de las Artes de San Agustín (CaSA) y la Biblioteca Henestrosa. En esta última sede, los adultos fueron los invitados especiales para llevarlos a mágicos viajes a través de las historias.
Cuentos para la igualdad
Siendo el Consejo Estatal de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en Oaxaca (CEDNNA) uno de los organizadores del festival, en esta ocasión se hizo hincapié en este tema, por lo que algunas historias compartidas emitían un mensaje sobre el valor de las personas diferentes. Tal es el caso de los cuentos que Aldo Méndez, cuentero cubano, preparó para este año, donde recalcaba el significado e importancia de la igualdad.
Un proyecto que los oaxaqueños han arropado
El también organizador del evento señaló que a lo largo de los cuatro años que ha formado parte de esta fiesta de los cuentos ha sido testigo de cómo «es cada vez más profundo el calado que tiene en la comunidad, así como el vínculo y pertenencia entre los seguidores y el festival. Esta casa de cuentos ha crecido y enraizado en la ciudad. Los oaxaqueños lo han arropado».
A decir de Fernando Cárdenas Caballero, originario de Barranquilla, Colombia, quien después de cuatro años regresó por segunda vez a contar historias, Oaxaca es de los mejores públicos para la cuentería, ya que disfruta del espectáculo. Para él fue emocionante ver cómo el encuentro ha crecido y continúa creciendo.
Festival, un lugar de intercambio cultural y experiencia
Con el buen humor que lo caracteriza, Fernando Cárdenas platicó que trajo un poco de Colombia a México, como su palabra «recherche», que es utilizada para hacer referencia a que alguien está muy feliz, con la cual saludaba al público, además de los cuentos de diablos, personaje característico del carnaval de Barranquilla.
Para Fernando y Aldo este evento fue un espacio que hizo posible el coincidir y compartir experiencias con narradores de México y otros países, además de conocer amigos para toda la vida. También fue el lugar ideal para que los cuentacuentos se llevaran nuevos aprendizajes, ya que constantemente, según lo señalaron, se aprende algo nuevo.
Cuentos, una forma de educar el alma
Los cuentacuentos coincidieron en que se van seguros de que vale la pena seguir en el camino, ya que el mundo entero necesita de más cuentos y espacios donde a través de la palabra se juegue y “forme el camino de los afectos”.
Para los cuenteros este tipo de eventos educan el alma, fomentan la lectura y construyen mejores ciudadanos, por lo que consideraron importante que se mantengan y preserven.
Con una función de gala que duró casi tres horas, el festival en su edición 2015 clausuró. Los participantes están seguros de que regresarán, porque siempre hay historias nuevas que contar. Y agarrando los listones que representan las ocho regiones de Oaxaca y que están anudados entre sí, símbolo de la promesa de regresar, los cuentacuentos dijeron adiós.