Boletín FAHHO Digital No. 2 (Nov-Dic 2020)

Colaboraciones del Programa de Apoyo, Laboratorio de Diseño de Andares

Macrina Mateo / Elia Mateo / Amalia Cruz / Dante Cruz / Diego Morales / Eric Chávez

El Programa de Apoyo al Arte Popular puso en marcha el desarrollo de piezas nuevas y especiales en colaboración con los maestros del arte popular y el Laboratorio de Diseño de Andares. Uno de los objetivos específicos del Laboratorio es ser una herramienta de apoyo para las familias de artesanos que desean explorar nuevas fronteras con sus técnicas. A continuación, presentamos el testimonio de dos familias que fueron beneficiadas por el programa.

Debido a la contingencia, no se realizaron visitas y seguimientos presenciales. La comunicación a distancia, a través de internet, nos introdujo en un nuevo medio para transmitir ideas, propuestas, resolver dudas y confirmar pedidos. También implicó el reto de organizar eficientemente el tiempo para brindar atención asertiva a cada grupo que lo requiriera.

Nos propusimos crear piezas que implicaran un reto técnico. Consideramos que este con confinamiento podía darnos a todos el tiempo para experimentar y proponer aquellas ideas, formas y diseños que habíamos imaginado en algún momento y que dejamos pendientes. Los resultados no dejan de maravillarnos: al no tener la presión de los tiempos de entrega, repetición de formas, diseños, y todo el estrés que implica la producción en un taller en tiempos normales, la capacidad creativa toma nueva inspiración y nos regala resultados asombrosos. Lo más importante en toda colaboración es partir de las bases técnicas y las formas tradicionales para crear algo nuevo, respetando y aprendiendo siempre de los saberes de los creadores del arte popular.

Dante Cruz Ojeda. Taller Sueño Zapoteco (cuatro familias). San Martín Tilcajete, Oaxaca. Talla de madera decorada a mano

Debido al estancamiento por el que atraviesan todos los sectores en mi comunidad, mi estado y mi país, en específico el sector turístico, nosotros los artesanos nos hemos visto muy afectados por la falta de la derrama económica que el turismo nacional e internacional nos deja.

La Fundación Harp Helú, a través de Andares —quienes nos han considerado para ser beneficiados con el programa de compras que tiene esta Fundación—, nos han generado un ingreso económico al solicitar nuestro trabajo con el concepto de “utilitarios e innovadores”. Por lo tanto, se está logrando mantener nuestro trabajo dentro del protocolo nacional de no salir de casa durante los periodos de cuarentena.

Con Andares, hemos encontrado eco en nuestra idea de innovar constantemente sobre el trabajo artesanal, realizando obras que sean utilitarias y decorativas de alta calidad y que rompan paradigmas. Lo más importante es que el trato para con los artesanos, siempre es de mucho respeto hacia el trabajo, dándole el valor justo a la artesanía, y siempre han demostrado valores humanos hacia nuestro sector.

El mayor reto fue adentrarnos en un tema deportivo del que, hasta la fecha, no teníamos el conocimiento sobre las reglas, el desarrollo de este y cómo lo juegan de manera profesional. Lo que finalmente nos sorprendió fue que, en realidad, sí se tenía anclado en nuestros juegos de la infancia con recuerdos entrañables, le denominábamos juego de batear, y cotidianamente solíamos jugar improvisando con una tabla (bat), una pelota con alguna tela o papel y piedras para señalar las bases. Lo jugábamos todas las tardes, una vez terminadas nuestras tareas asignadas, por lo que este reto se convirtió en una experiencia de recuerdos y emociones de nuestra infancia. Así que nos inspiró para retomar el antiguo nombre que le dábamos, juego de batear, y titular así a cada uno de estos trabajos que realizamos alusivos al juego de beisbol.

Los resultados nos parecen muy inspiradores, pues han generado infinidad de ideas creativas que ya tenemos planeadas, con la esperanza de realizarlas en un futuro próximo.

Damos el agradecimiento a la Fundación Harp Helú y a Andares por el trato que dan a los artesanos como nosotros y, sobre todo, porque en estos momentos de dificultades para nuestro sector nos han considerado, desinteresadamente, para ser parte de este programa que dirigen digna y humanitariamente. Esperamos que sigan adelante con estos programas que han significado un gran apoyo para nuestras familias.

Mujeres del barro rojo (ocho familias).
San Marcos Tlapazola, Oaxaca. Barro modelado a mano con engobe rojo

Con el taller Mujeres del barro rojo, tuvimos a favor el trabajo que se había realizado previamente con ellas, además de la confianza para poder expresar libremente las limitaciones y realidades de lo que podríamos lograr en conjunto. Las artesanas son maestras y poseedoras de los saberes de su barro; además de haber experimentado, y perfeccionado durante mucho tiempo, nuevos acabados que dan ese toque único a su marca. Se exploró el desarrollo de nuevas pichanchas o piezas utilitarias que tuvieran la misma textura y calado.

Elia MateoPara mí, el Programa es un beneficio para los artesanos, para nuestras familias. Gracias a la Fundación y a Andares por tomarnos en cuenta para esta compra; también para nosotras es un reto trabajar nuevas piezas, así vamos experimentando más.

Lo más complicado en las piezas que realicé fue el poner la otra parte del cuerpo, ahí es donde tengo que analizarlo muy bien, pensarlo muy bien: cómo es que debo hacer la pieza y darle sus pequeños detalles. Lo primero que hago es platicar con mi barro, saber qué es lo que tengo que hacer y dónde ponerle más empeño.

De mi parte, ha sido un experimento muy útil que va abriendo más mi mente y, aparte, mis manos ya tienen práctica de cómo levantar la pieza y cómo darle el acabado: esas piezas de dos cuerpos, ahí es donde experimento más.

Macrina MateoEstuvimos elaborando piezas: al principio, se nos complicó un poquito porque no lográbamos verlas y porque no pudieron llegar aquí a checar los pequeños detalles, aun así, logramos sacar las nuevas piezas

Me gustó mucho el resultado; al quemarlas nos dimos cuenta de que nos quedaron bien, estamos orgullosas de haber sacado todas las piezas. ¡Yo hice las ollas pichanchas!

Amalia CruzPara mí fue complicado trabajar porque no lo he hecho en esa forma; al final sí lo logré. Le pedí ayuda a mi hijo para que metiera a mi celular lo que usted mandaba después de que hablábamos, para ver que yo pudiera hacer la forma. Me gustó mucho el resultado, la forma y las medidas.

El grupo continúa experimentando con piezas de dos cuerpos. Decidimos explorar nuevas formas partiendo de este principio.

Todos estamos satisfechos con los resultados: nos queda el deseo conjunto de seguir experimentando con nuevos acabados y buscar propuestas de texturas para el futuro.

Para ver más resultados sobre el Programa de Apoyo a las familias de artesanos, visita nuestras redes sociales @AndaresDelArte


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