Ciudades invisibles
El pasado jueves 12 de marzo se inauguró la exposición Ciudades invisibles en la cual participaron 19 artistas, instituciones y colectivos en la elaboración de una pieza museística.
Kublai Khan, entre los años 1260 y 1271, encargó a un marinero veneciano llamado Marco Polo que recorriera todo su imperio en busca de ciudades con el único objetivo de informarle cómo eran esos asentamientos que comprendían su vasto territorio. La forma de entablar sus charlas era peculiar, pero lo más sorprendente de la relación entre el Gran Khan y el marinero se describe en este breve texto:
—Los otros embajadores me informan sobre carestías, concusiones, conjuras, o bien me señalan minas de turquesas recién descubiertas, precios ventajosos de las pieles de marta, pro- puestas de suministros de armas damasquinas. ¿Y tú? —preguntó a Polo el Gran Khan— Vuelves de comarcas tan lejanas y todo lo que sabes decirme son los pensamientos que se le ocurren al que toma el fresco por la noche sentado en el umbral de su casa. ¿De qué sirve, entonces, viajar tanto?
—Es de noche, estamos sentados en las escalinatas de tu palacio, sopla un poco de viento —respondió Marco Polo—. Cualquiera que sea la comarca que mis palabras evoquen en torno a ti, la verás desde un observatorio situado como el tuyo, aunque en lugar del palacio real haya una aldea lacustre y la brisa traiga el olor de un estuario fangoso
Las ciudades no solo están hechas de edificios, calles, árboles y colores, hay otras cosas que las conforman. Cada persona tiene y concibe una urbe diferente dentro de sí cuando la visita o la habita, pues existen elementos diversos que la hacen única para cada uno: la memoria, el deseo, los trueques, los nombres, los muertos, el cielo, los signos, la sutileza, los ojos, los gritos, etcétera.
Todos esos aspectos insignificantes, incomprensibles, algunas veces indetectables, y otras invisibles, son los que forman la imagen de los núcleos urbanos que conocemos, esas ciudades invisibles para los demás, pero memoriales para nosotros.
La exposición Ciudades Invisibles es una muestra precisamente de esas localidades que no se ven pero que existen en el interior. Basada en el libro Las ciudades invisibles de Italo Calvino, la exposición genera una narrativa que comprende una serie de piezas de artistas nacionales e internacionales, que vuelven visible alguna metrópoli del libro. En esta fabulosa exposición no encontrarás edificios o calles, sino 19 formas, emociones, sensaciones, colores y sonidos de ciudades.
Agradecemos la participación de Rodrigo Calderón, Percibald García, Francisco Orozco, Antonio Gamaliel Ramírez, Douglas Favero, Alberto Mendiola, Margarita Mendez, Ariel González, Alejandro Calvo, Rocío Santos, Octaviano Rangel y Gerardo López Granados, alumnos del tercer semestre de arquitectura del ITESM/Toluca; Julio César Santos, Rosa Martha Villanueva, Daniel Ventura, Mariana Castruita, así como del Museo de Filatelia, el Museo Infantil de Oaxaca y el Centro Cultural San Pablo.