Ciudades en la imaginación
—¿Viajas para revivir tu pasado? ¿Viajas para encontrar tu futuro?
—El otro lado es un espejo en negativo. El viajero reconoce lo poco que
es suyo al descubrir lo mucho que no ha tenido y no tendrá.
Italo Calvino
Kublai Kan, “emperador de los tártaros”, entendió que su poder, por muy grande o limitado, no le alcanzaría jamás para conocer la totalidad de un mundo como el que Marco Polo, describía en sus narraciones. Ciudades imposibles, ciudades que eran un absoluto misterio. De esto nos habla el libro Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino: de lugares que nadie conoce, pero que, al mismo tiempo, evocan nuestras propias ciudades al estar, también, en un constante movimiento. ¿Hasta qué punto y en qué se transformarán?
Kublai Kan no cree en todo lo que le cuenta Marco Polo, y le dice: “No sé cuándo has tenido tiempo de visitar todos los países que me describes. A mí me parece que nunca te has movido de este jardín”. Sin embargo, no existe otro explorador a quien él escuche con mayor atención. Hay un puente que une todos los espacios del mundo, en todos hay momentos de penumbra, de silencio, de calma y caos. Dice Marco Polo: “Todo lo que veo y hago cobra sentido en un espacio de la mente donde reina la misma calma que aquí, la misma penumbra, el mismo silencio recorrido por crujidos de las hojas”. Las metáforas planteadas en la obra significan los deseos, los temores, las expectativas de los espacios que habitamos, si es que ese ha sido el camino elegido para la interpretación de la lectura.
Podemos hablar de ciudades que habitamos y que resignificamos a través de nuestra particular percepción de la realidad; la mente, como una extensión de los espacios a nuestro alrededor, los sueños y las esperanzas planteados sobre un escenario ya edificado con calles, plazas, ventanas, puertas y aceras que están ahí en el presente, pero que pueden mutar en el futuro. Al respecto, el autor, en el prólogo de la segunda edición, plantea la pregunta: “¿Qué es la ciudad para nosotros?”. Un incentivo para pensar en el momento de crisis que las ciudades están viviendo.
Cada ciudad descrita en la obra presenta cualidades específicas que evocan aspectos divinos o visuales, abstracciones, cualidades semánticas y semióticas, vínculos con la muerte, la memoria, los recuerdos, los deseos, etc. Cada una de ellas es susceptible a múltiples interpretaciones y son una invitación a la imaginación y el goce. Partiendo de esto, propusimos un ejercicio de creatividad, de realidad y fantasía.
En marzo de 2020, tan solo tres días antes del cierre de los espacios culturales en la ciudad de Oaxaca por la pandemia, la Casa de la Ciudad inauguraba la exposición Ciudades Invisibles, inspirada en el libro homónimo de Italo Calvino, la cual reunió a 19 artistas, instituciones y colectivos para una gran muestra museística. Algunas personas tuvieron la oportunidad de conocerla en persona el fin de semana previo a la emergencia sanitaria, pero otras solo pudieron hacerlo a través del recorrido audiovisual que creamos para ello, la publicación a modo de catálogo de exposición y las galerías fotográficas.
La disposición de las piezas, la experimentación con ellas (algunas eran interactivas) y la apreciación a detalle de cada una se volvió una suerte de misterio para quienes no tuvieron la oportunidad de visitarla. Un misterio no calculado ante la incertidumbre del futuro próximo y ante las limitadas opciones. Entonces decidimos jugar con ese misterio y crear una narrativa a partir de ella, apoyándonos de herramientas digitales.