Cincuenta años del Taller Martín Pescador

La Biblioteca Nacional de Antropología e Historia Doctor Eusebio Dávalos Hurtado (BNAH) presentó la exposición temporal “El impresor Juan Pascoe: entre galeras y tipos” como evento paralelo al reconocimiento Una Vida Dedicada a la Promoción Cultural, que recibiera dicho impresor de parte de la Fundación Carmen Toscano, y en el que dirigiera unas palabras la presidenta de Adabi, la doctora María Isabel Grañén Porrúa. Este evento tuvo lugar el pasado 23 de septiembre.
La inauguración contó con la presencia de Baltasar Brito, director de la BNAH, Juan Pascoe, Alejandra Moreno, patrona fundadora de la Fundación Toscano, Juan Manuel Herrera, presidente de la misma, así como de destacados escritores mexicanos. En las palabras inaugurales de la muestra, el homenajeado mencionó especialmente las diez primeras obras que escogió y su intención de alcanzar las mil impresiones; señaló también: “no podía ignorar esa parte de mi vida”, refiriéndose a su ejecución de la jarana y al grupo Mono Blanco fundado por él mismo, que de igual manera se ven reflejados en sus impresos, como en el de La Versada de Arcadio Hidalgo presente en la muestra. Aludió igualmente a otras exhibiciones que ha montado a partir del trabajo del Taller Martín Pescador, sello editorial bajo el cual realiza su obra, afirmando que ninguna es igual, ya que la disposición de las mismas podía variar desde el tema hasta los formatos. No es alguien a quien le guste la monotonía, ni siquiera para imprimir. Mencionó que la exhibición fue posible en gran parte gracias a los préstamos que de los impresos hicieran diversos amigos suyos, por lo que Pascoe subrayó que no conocía de antemano el guion museográfico, pero que el público era libre de preguntar, así como él lo era de responder.
La exhibición estuvo conformada por libros, impresos sueltos y hasta un cuaderno manuscrito de puño y letra del impresor (todo indica que parte del diario de su vida), enmarcados por otras piezas tridimensionales como un violín o una prensa de madera de juguete, así como un diminuto estante con libros al tamaño, lo que sin duda añade un toque de ingenio a la muestra. Las impresiones que se apreciaron en esta exposición temporal enfatizaron en las composiciones de la caja, la tipografía, los grabados y los variados temas de interés de Pascoe, así como los elaborados para diversos autores, entre los que se encuentra, por supuesto, la doctora Grañén. Contemplar la producción del Taller Martín Pescador es trasladarse por un momento a los talleres de Juan Pablos, Luis Ocharte o Enrico Martínez.
Algunas de las obras que se exhibieron en las vitrinas están fuera de mercado, ya que una de las características más notorias de estas ediciones es su limitado tiraje, lo que ocasiona que se conviertan fácilmente en objetos de colección. A esto se suma el hecho de que los impresos se realicen en papeles de extraordinaria calidad y con gran cuidado tipográfico. No todos los días se encuentra una obra con estas particularidades a las que se añade, la más de las veces, el tema histórico o poético, de sus muy personales intereses, incluso temas políticos de la actualidad mexicana. Así se pueden apreciar: la Declaración de Independencia de la América Septentrional; 500 años del primer libro escrito en castellano en la Villa de Coyoacán 1522-2022, Cornelio Adrián César, impresor holandés en México; Doscientos años de imprenta en Michoacán; XVI Fabulae Aesopi; Carta a Francisco Toledo; Los signos del zodiaco; Tesoros musicales de la Nueva España; una felicitación a Joan Baez por el premio Woody Guthrie por parte de Mono Blanco; Los deportados; Ayotzinapa, entre muchas otras piezas, literalmente, de colección.