Boletín FAHHO No. 21 (Nov-Dic 2017)

CARTOFILIA: EL ARTE DE COLECCIONAR TARJETAS POSTALES

Luz Santiago

“Estimado…”, “Queridísima…”. Sin la discreta protección del sobre, la postal revela a los cuatro vientos –en su anverso y reverso– la relación que une a remitente y destinatario.
Gloria Fraser

¿Cómo acortamos la distancia entre nuestros amigos o familia mientras viajamos? ¿Cómo nos llevamos a casa paisajes, ciudades o personajes que nos asombran en nuestros viajes? La respuesta se resume a un rectángulo, en su mayoría de 12 por 10 centímetros, el cual, con una imagen y un breve texto, logra capturar un sentimiento o una impresión que deseamos comunicar: la tarjeta postal.

A pesar del uso original de las tarjetas postales —como una manera de abaratar los costos del correo—, posteriormente lograron un reconocimiento emotivo. Fue en Austria, en 1869, que por primera vez se utilizaron las tarjetas postales, después se convirtieron en una afirmación cargada de valor, en una manera de difusión y exhibición de los lugares visitados. Tomar entre las manos una tarjeta y decir: “¡Yo estuve ahí!”, o simplemente suspirar al recordar el sentimiento que logramos capturar en ella, nos provoca alegría. Sin notarlo, apenas podemos distinguir que estamos viendo a través de otros ojos que contemplaron esos mismos lugares antes que nosotros, antes de formar parte de la memoria colectiva.

Las postales son ecos diversos de testimonios invaluables de un país, aunque mucho de lo representado en ellas ha desaparecido. Por eso, las postales adquieren un valor similar al de las reliquias de antaño. Ahí reside su fuerza: despiertan en muchos el sentido peculiar de coleccionar. Muchos coleccionistas de tarjetas postales poseen un acervo especialmente valioso para la investigación, pues son testimonio vivo de una época, fechan la moda, la arquitectura y la cultura. En 2015, cuando el MUFI fue sede del 5.º Congreso Mexicano de Tarjetas Postales, tuvimos la oportunidad de conocer a Susan Frost, quien a través de su valiosa colección habla del mundo pictórico de uno de los pioneros de las tarjetas postales en México, Hugo Brehme, fotógrafo germano-mexicano que con su cámara captó de manera profunda la historia de nuestro país.

Actualmente, con la revolución de las comunicaciones, pareciera disminuir el uso y la función de las tarjetas y nos da la sensación de una posible extinción; sin embargo, existen espacios que resguardan y difunden las colecciones de algunos que probablemente las heredaron o que los han acompañado desde niños y permiten que otros ojos las contemplen y compartan un gran legado.

Pronto, en el MUFI, celebraremos una de las tradiciones mexicanas más emblemáticas de nuestro país: el Día de Muertos. Como cada año, en estas fechas lanzamos la convocatoria internacional “El buzón de la calaca” que invita a todos, niños y adultos, a enviar sus tarjetas postales con diseños bajo esta temática. Con ello, también se invita a utilizar el correo postal. Te invitamos a que conozcas las actividades que tenemos en el museo para reactivar el uso de la tarjeta postal. Sorprende a tus amigos y familia enviándoles una tarjeta por correo, verás que les gustará porque cuando recibimos una postal tenemos la noticia del punto geográfico, desde el que nuestro amigo se acordó de nosotros.

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