Boletín FAHHO No. 9 (Nov-Dic 2015)

CAMINOS PARA SALIR DE LA TIERRA DE NADIE

Freddy Aguilar Reyes

Este es el título de la exposición, facilitada generosamente en préstamo por el Instituto Goethe, que durante el mes de septiembre permaneció en la BS Biblioteca Infantil y Juvenil Casa de la Cacica de Teposcolula y que estuvo presente en la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca en octubre. Concebida por el Instituto Goethe, como parte de un proyecto de fomento a la lectura en la región de Centroamérica, viajó a Nicaragua y después a Oaxaca y de aquí partirá para continuar su periplo en la Biblioteca Vasconcelos, en la Ciudad de México. El título obedece a la idea de Jella Lepman sobre el fomento de la literatura infantil y juvenil como una forma de salir de los estragos dejados por la Segunda Guerra Mundial en Alemania. La exposición traza la ruta de Jella Lepman, acompañada de Erich Käsner y Carl Zuckmayer, entre otros, también convencidos en el papel liberador de la lectura.

Nacida en 1891, una época en la que el liderazgo de las mujeres no era muy común, Jella Lepman fue en 1920 la primer mujer redactora del diario Stuttgarter Neues Tagblatt y candidata al Reichstag, en su calidad de presidente del Partido Democrático Alemán de Wurtemberg en 1929. Su esposo murió a causa de las heridas recibidas durante la Primera Guerra
Mundial, dejándola viuda a la edad de 30 años. Sus opiniones democráticas
y su origen judío fueron la causa por la que tuvo que huir de la Alemannia nazi y emigrar con sus dos hijos a Inglaterra y después a Italia, donde colaboró con la BBC y la American Broadcasting Station in Europe. Poco antes del triunfo de las potencias aliadas fue transferida a la embajada estadounidense en Londres.

En 1945 regresa a Alemania, comisionada por la ocupación norteamericana, como asesora para Asuntos Femeninos y Juveniles, con la idea de que no sólo había que proporcionar a mujeres y niños pan y ropa, sino también alimento emocional, sobre todo libros con el objetivo de fomentar el entendimiento intercultural. Se da a la tarea de reunir libros para niños de todas partes del mundo con los que organiza una exposición en Múnich en 1946, que después viajaría por muchas ciudades de Alemania. Esta colección serviría de base para fundar la International Jugenbibliothek (Biblioteca Internacional de la Juventud) en Múnich en 1949, la cual dirigió durante ocho años y desde la cual puso en marcha diversos proyectos de difusión de la literatura infantil y juvenil.

Hoy en día la BIJ es la mayor biblioteca de su clase en el mundo. Instalada desde 1983 en el Castillo de Blutenburg, una fortaleza medieval construida en 1430, en el barrio muniqués de Obermenzing, rodeado de un foso de agua y protegido por murallas del siglo VI, alberga más de medio millón de libros en más de 130 idiomas, a los que anualmente se les suman otros 9000. Además de los libros infantiles y juveniles —entre los que se cuenta una colección de unos 60 000 libros infantiles antiguos—, también hay más de 30 000 títulos de monografías sobre este campo.

En la biblioteca de investigación de la BIJ los especialistas nacionales y del extranjero tienen a su disposición unas 250 revistas especializadas y 40 000 unidades de documentación, es decir, artículos especializados, artículos periodísticos y folletos, pero también carteles, calendarios, manuscritos, autógrafos, ilustraciones y dibujos infantiles. El propósito de la biblioteca era, y sigue siendo, reunir literatura infantil y juvenil de todo el mundo, analizarla y facilitar su acceso a niños y adultos, con el objetivo de fomentar el entendimiento intercultural. Y esto se lleva a cabo, entre otras cosas, a través de numerosas actividades.

Pero la historia de Jella no termina aquí, durante el tiempo en que dirigió la BIJ también fundó en 1953 el International Board on Books for Young People (IBBY), un colectivo de asociaciones y personas interesadas en propiciar el encuentro entre libros e infancia en todo el mundo, con más de sesenta afiliadas, una de cuyas sedes se encuentra en el barrio de Mixcoac de la Ciudad de México, con su biblioteca BS. Finalmente Jella Lepman instituyó el Premio Hans Christian Andersen, considerado como el Premio Nobel de literatura infantil y juvenil. En 1957 dejó la dirección de la Biblioteca Internacional de la Juventud y se mudó a Zúrich, donde murió el 4 de octubre de 1970.

Caminos que se encuentran

Caminos para salir de la tierra de nadie expone el trabajo de apoyarse en la lectura como una forma de afrontar situaciones críticas y también de abrir nuevos horizontes en una época y un país tan lejanos como la postguerra en Alemania. Expuesta en bibliotecas de Oaxaca, que también están pensadas para abrir oportunidades para la lectura a niños y jóvenes, simboliza un encuentro, el encuentro de personas que, sin conocerse, coinciden en su pasión por los libros y la lectura y, sobre todo, en su preocupación por compartirlos. Una exposición sobre una biblioteca, su trabajo y sobre las personas involucradas en este, en otras bibliotecas de hoy en día estableciendo una sincronía que nos permite atestiguar ese acto de fe en los libros y la preocupación por el otro que continúan vigentes.

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