Atisbando el microcosmos
Los físicos y los poetas tienen el poder
de atisbar lo eterno.
Gerardo Herrera Corral
Como promotores de lectura, el equipo de las bibliotecas móviles Ando Leyendo, Leyendo Ando de las regiones Mixteca, Istmo y Sierra Norte de la FAHHO procura que, por medio de la lectura de libros, niños, jóvenes y adultos lleven a cabo una lectura de sí mismos, del medio en el que viven y de las relaciones que se tejen entre ambos. Estas lecturas despiertan su curiosidad, indispensable para explorar el entorno en el que se desarrollan sus vidas. Acompañándolos, nos convertimos en cómplices de estas exploraciones y tratamos de facilitar la búsqueda de las respuestas a las preguntas que surgen.
La mirada es el elemento clave para la exploración. Para llevar a cabo una buena observación, es necesario el empleo de estrategias e instrumentos. Conscientes de ello, equipamos las bibliotecas móviles con telescopios. Su uso nos ha permitido provocar en la población que atendemos una actitud de asombro, sobre todo en los niños, pero también en jóvenes y adultos. Conforme observan a detalle la superficie lunar, una sonrisa se dibuja en su rostro y manifiestan expresiones de admiración.
Cuando los usuarios se enteran de que la biblioteca móvil cuenta con un telescopio, se generan en ellos muchas expectativas por mirar el cosmos. Desgraciadamente, lo único que se puede observar a detalle es la Luna, y no siempre, pues debe estar en una fase en la que no aparezca a altas horas de la noche en el firmamento y las condiciones atmosféricas nos permitan observarla.
El año pasado, compartiendo la ruta del Istmo de Tehuantepec con mi compañero, Emiliano Aréstegui Manzano, en las noches de Luna se nos presentaron cielos nublados y por ende muchos niños, jóvenes y adultos quedaron frustrados; pero como en la adversidad más alta se elevan nuestros pensamientos, él tuvo la excelente idea de que las bibliotecas móviles tendrían que contar con microscopios. En la siguiente reunión de trabajo manifestamos nuestra inquietud, solicitamos uno y fuimos escuchados. Desde el mes de junio de este año el equipo de bibliotecas móviles cuenta con dos microscopios. Ahora podemos observar tanto el macrocosmos como el microcosmos.
Explorar con el telescopio el macrocosmos es observar lo lejano, lo que está a grandes distancias, nos permite tomar conciencia de nuestra pequeñez. Explorar con el microscopio es explorar lo cercano, lo tangible, descubrir que cada organismo es un universo, incluidos, por supuesto, nosotros: los seres humanos. Nos maravilla tomar consciencia de nuestra grandeza.
Con el microscopio los niños se sorprenden al descubrir un universo que no imaginaban, un hermoso caleidoscopio de formas y colores del que brota el amor por la naturaleza, que se traduce en inspiración para cuidarla, respetarla, estudiarla. Poder atisbar el microcosmos despierta la imaginación y, con ella, el amor por el arte y la ciencia.