Artesanía y tecnología
Las técnicas artesanales en esta era tecnológica merecen reflexiones que nos hagan poner en una balanza las ventajas de cada tipo de producción. Hay que preguntarnos ¿de dónde vienen nuestras cosas?, ¿cómo y por quién fueron fabricadas?, y ¿cómo aportan o perjudican al medio ambiente? Durante esta reflexión, por qué no, también evaluar la posibilidad de la integración de ambos tipos, para obtener mejores resultados.
Muchas veces se pondera la velocidad de producción, la reducción de costos y la apariencia “plástica” de la pieza, antes de valorar otras características de un objeto artesanal, que tiene, además de conocimientos milenarios heredados, funciones que se han ido mejorando a lo largo de cientos de años.
En entregas pasadas hemos explicado algunos ejercicios donde los artesanos utilizan herramientas tecnológicas para la mejora en los procesos de producción: la reproducción de moldes, el escaneo digital, o incluso el uso de impresoras en 3D para reproducir formas complejas que son modeladas mediante el uso de programas especializados con una gran precisión. Estos artesanos han desarrollado capacidades extraordinarias que, sumadas al conocimiento técnico de su labor y muchas de las veces en colaboración con diseñadores, ingenieros o especialistas, resultan en ejercicios que marcan pautas para sus técnicas y que abren el camino a muchas nuevas posibilidades y cuestionamientos: ¿qué pasaría si…? Mezclamos materiales, utilizamos otras herramientas, buscamos nuevas formas, nuevos usos, etc.
Llegamos a una conclusión cuando planteamos diferencias y ejercicios integradores entre la tecnología y la artesanía: que es necesaria la unión de esfuerzos para mejorar los productos, su calidad, y que no sean movidos únicamente por la reducción de costos o la rapidez en la producción.
La exclusividad de las creaciones artesanales contrasta con lo que las producciones en masa representan para los consumidores, así como la posibilidad increíble de personalización de estas piezas. Cada pieza artesanal es única, y ese valor sumado a las pocas piezas que se producen, comparadas con fábricas mecanizadas, resulta en piezas exclusivas que suman a su valor estético.
En Andares del Arte Popular buscamos potencializar la comercialización mediante el uso de herramientas de diseño, pero también proyectamos que innovaciones y nuevas tecnologías puedan servir para el objetivo, tal es el caso de los hornos libres de humo, que además de mejorar la calidad de los productos, mejoran la calidad y las condiciones del trabajo de los alfareros beneficiados por estos hornos.
En resumen, no creemos que los aportes tecnológicos o el uso de estas herramientas en el desarrollo de técnicas artesanales sea malo, al contrario, creemos que puede enriquecer mucho al trabajo de los artesanos, siempre y cuando se busque genuinamente mejorar la calidad de vida de ellos y sus productos en primera instancia, y que entonces esto dé como respuesta piezas a mayor velocidad o más económicas, si es también lo que se busca.