Adabi y la Biblioteca Francisco de Burgoa: un solo camino
La Biblioteca Francisco de Burgoa ha mantenido una estrecha relación con Adabi de México y en esta ocasión haremos hincapié en algunos proyectos que han desarrollado en conjunto.
En el mes de marzo de 2008, la Coordinación de Bibliotecas y Libro Antiguo organizó una capacitación para el personal interno de la Biblioteca Francisco de Burgoa, que tuvo como propósito instruirlos en los conceptos y estrategias para la manipulación, identificación, descripción y análisis de los libros antiguos. En esta capacitación se ahondó en el concepto de fondo antiguo, la definición de libro antiguo, las características, descripción y análisis de impresos que datan del siglo XV hasta el XIX; se realizaron ejercicios de catalogación de libros antiguos, se explicó el sistema WINISIS, la creación de una base de datos, la definición de los campos empleados para la catalogación de libros antiguos y se realizaron distintos ejemplos de captura.1
Ese mismo año, comenzó formalmente el Proyecto de Unificación de la Catalogación de los libros antiguos de la Biblioteca Francisco de Burgoa de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, por solicitud de su ex rector, Rafael Torres Valdés (2008-2012); una propuesta que también estuvo bajo la coordinación del área de Bibliotecas y Libro Antiguo de Adabi, que asignó a personal capacitado para desempeñar tan importante tarea.2
Este proyecto tuvo como propósito mejorar la consulta, optimizar el control del acervo y obtener los registros bibliográficos para garantizar y constatar la existencia de las obras a partir de una base de datos. Los trabajos de catalogación tienen varias fases: para este trabajo, en un primer momento se realizó un control a partir de un inventario físico que consistió en colocar un indicador numérico a cada ejemplar con el propósito de obtener el número total y exacto de libros y volúmenes que forman el acervo bibliográfico.
De forma paralela se realizó un registro fotográfico de las portadas para constatar la existencia de los libros y apoyar los procesos de catalogación y difusión. En este caso, solo se realizó el registro de los libros antiguos y se obtuvieron 25069 imágenes.
El proceso técnico que estriba en catalogar los libros, así como capturar los registros, revisarlos, corregirlos e investigarlos se realizó de 2010 a 2012. Finalmente, el catálogo de consulta representa el fruto final del proyecto y el medio por el cual la biblioteca física y virtual será consultada y conocida. Se acompaña de una presentación, una reseña histórica de la biblioteca, la descripción del desarrollo del proyecto, los pormenores del proceso de instalación y consulta del disco y, finalmente, la caracterización y particularidades de la biblioteca. El catálogo del acervo antiguo se concluyó en el 2011.
Una vez que la biblioteca ya contaba con un catálogo de los libros antiguos, que representaba solo el 47 % de la colección total, se decidió someter a los mismos procesos al resto de los libros y se estableció un nuevo proyecto firmado el 14 de enero de 2011.3 En 2016 se entregó la versión final del catálogo de consulta en disco compacto y el informe final.
En 2015, cuando se realizaba el informe final, la biblioteca contaba con 15370 títulos y un total de 25273 ejemplares, asimismo, resguardaba siete colecciones: antigua, histórica, moderna, la colección Dr. Aurelio Valdivieso, la de Benito Juárez García, pliegos sueltos y folletos.
En el informe final se describe, además, la metodología de la catalogación que consistió en seguir los “criterios determinados por las Reglas Angloamericanas para la catalogación (RCAA2) y las ISBD(A) para la descripción de fichas de segundo nivel”.4 En esta descripción también se establece que Adabi ha tomado como propios los principios fundamentales de las ISBD(A), que dicen:
El fin del Bibliotecario al catalogar los libros antiguos no es únicamente describir un objeto antiguo sino, lo que es más importante, clarificar la transmisión del texto y los puntos que distinguen las ediciones. Dentro de los límites de un catálogo y especialmente de un catálogo general, no se puede recurrir a la transcripción de la portada ni llamar la atención sobre las particularidades accidentales lo que es tarea de bibliógrafos. Pero dentro de los límites de un catálogo, tales descripciones deben fijar una transcripción detallada y precisa en tres áreas, la del título, la del pie de imprenta y la descripción física, pues se debe dar una imagen exacta de la extensión del libro como fue publicado (p. X-XI.)
Durante 2009 y 2010 también se discutieron los pormenores del proyecto denominado Fundación de la Biblioteca Digital Fray Francisco de Burgoa. En el área de Archivo de Adabi de México se resguardan los proyectos y las distintas propuestas de digitalización que se hicieron para dar pie a esta maratónica tarea, que finalmente no fue concretada.
Una vez concluidos los apartados que corresponden a los libros, se comenzó un largo trayecto, de 2013 a 2023, en compañía del área de Tecnologías de la Información de Adabi. En el primer año se brindó asesoría sobre la compra de un escáner de alta gama, lo que incluyó la gestión de entrega, la puesta en marcha del taller de digitalización y la asistencia en torno a la capacitación que brindó el proveedor. En los meses de julio, agosto y septiembre de 2017 se volvió a solicitar la asistencia de Adabi para la migración del catálogo de WINISIS a KOHA.
Durante la pandemia, se requirió la impartición de un curso de Digitalización de Patrimonio Documental que fue diseñado y gestionado por el área de TI de Adabi, para el personal del Archivo General del Estado de Oaxaca, pero se decidió que más instituciones participarían en dicha capacitación. El curso tuvo una duración de 28 horas, inició el 4 de agosto y concluyó el 22 de septiembre de 2020 y el temario abordó los temas de tipos documentales, historia de la microfilmación, la digitalización, los metadatos, las herramientas para la digitalización, los medios de almacenamiento y consulta, el marco legal de derechos de autor, las gestiones de proyectos digitales y, finalmente, las políticas y procedimientos. En el curso participaron 43 instituciones entre las que se integró el personal de la
Biblioteca Francisco de Burgoa, y en consecuencia se solicitó la asesoría para la compra y puesta en marcha de un servidor NAS.
En 2021, el coordinador del área de Tecnologías de la Información fue requerido por el Comité de Asuntos Digitales de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, que se encarga principalmente de establecer los criterios de catalogación que deben seguir las bibliotecas afiliadas, entre las que se encuentra la Biblioteca Francisco de Burgoa.
En el año 2022, se realizó el mantenimiento correctivo del escáner que se adquirió en 2014 y se dio una asesoría sobre la implementación del sistema KOHA en un servidor local de la Burgoa.
En 2023 se inició un constante diálogo de trabajo con el personal del área de Tecnologías de la Información de la Biblioteca para dar soluciones de mantenimiento y validar la autorización de pagos de pólizas y situaciones en carga por lotes de registros marc21.
La relación de la Biblioteca Francisco de Burgoa con Adabi de México ha sido fructífera; las directoras de cada institución, la doctora María Isabel Grañén Porrúa y la doctora Stella María González Cicero, respectivamente, pueden dar testimonio de una vinculación aún más antigua.
1 Archivo Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C., Sección Coordinación de Bibliotecas y Libro Antiguo, Serie Proyectos, caja 43, expediente 1, Informe de avance, diciembre 2009.
2 ARAD, Sección COBLA, caja 43, expediente 1, Proyecto ejecutivo, 4 de enero de 2008; Convenio de colaboración, 15 de enero de 2008.
3 ARAD, Sección COBLA, Serie Proyectos, caja 43, expediente 1, Proyecto ejecutivo, 14 de enero de 2011.
4 ARAD, Sección COBLA, Serie Proyectos, caja 43, expediente 1, Informe final, diciembre 2015.