La historia continúa
Los principales motivos por los que fue conformado el Instituto Cultural Mexicano Libanés, A.C., fueron y siguen siendo, por una parte, organizar, fomentar, apoyar y llevar a cabo toda clase de actividades culturales, artísticas, científicas y editoriales, cuya realización beneficie al intercambio y conocimiento de la historia, cultura y folklore de los pueblos de México y Líbano; difundir e inculcar el interés sobre las culturas mexicana y libanesa, a través de conferencias, publicaciones, conciertos, festivales artísticos, exposiciones, reuniones, programas de radio, aportaciones en los medios masivos de comunicación y cuanto sea necesario para lograr la difusión de estos fines. Otra de las motivaciones es: Iniciar, promover, motivar, estimular, fomentar, patrocinar, administrar y dirigir toda clase de actividades educativas, de interés social, cultural, de investigación y de difusión de los valores de México y de Líbano.
Asimismo, se busca colaborar con la superación cultural de todas la sociedades y asociaciones de la colectividad mexicano-libanesa, siendo el único impedimento para hacerlo que el acto para el que se solicite participación tenga carácter político, de proselitismo religioso o partidista. También se organizan intercambios de índole cultural con asociaciones, dependencias gubernamentales, clubes sociales y de servicio e instituciones escolares de nivel medio y superior.
Por otro lado, se busca enseñar y difundir el idioma árabe, la historia de Líbano, su cultura, sus costumbres y tradiciones, promover y esparcir la riqueza gastronómica libanesa en México; adquirir los bienes inmuebles o muebles necesarios para el logro de los fines anteriores. Se pretende que por medio de las diversas actividades organizadas por el Instituto se generen utilidades para destinarlas a obras de interés social en México, así como a fomentar nuevas actividades en el Instituto para la adquisición de otros bienes para el beneficio de este.
La Asociación deberá organizar departamentos de tipo comercial, dentro de su edificio, que le proporcionen autosuficiencia económica y que le permitan seguir adelante con la conclusión de sus metas.
Como parte de los fines antes descritos, mencionaremos algunas acciones. Hemos llevado a cabo actividades en forma conjunta con el Centro Libanés de Ciudad de México y de otras localidades como Veracruz, Puebla, Torreón, Villahermosa, Tampico, Mérida, Ciudad del Carmen, y con instituciones culturales en Oaxaca, Pachuca, Ciudad de México, Toluca, Morelia, Guadalajara, Monterrey y varias más. A estas entidades llevamos el Ballet Folklórico Libanés del Centro Libanés; también hemos fomentado el conocimiento de la gastronomía libanesa, impartido conferencias sobre Líbano y Medio Oriente, siempre dictadas por el Lic. Antonio Trabulse, en un programa semanal de radio. Se elaboró la revista Al Jawater, que sirvió como continuación de la que, con el mismo nombre, fundó, en 1925, don José S. Helu, abuelo de nuestro presidente C.P. Alfredo Harp Helú. Instauramos un galardón para personas destacadas en el ambiente cultural: Premio Miguel Zacarías, nombre del famoso director y productor de la era del cine mexicano clásico. La Orquesta de Cámara de la Ciudad de México, dirigida por el notable director mexicano Miguel Bernal Matus, se presentaba cada mes en el Centro Libanés, deleitando a los muchos asistentes con lo mejor de la música clásica.
En el Instituto hemos tenido visitas de alumnos de escuelas privadas y públicas de diferentes niveles. Llevamos audiovisuales a varios lugares de la república. Destacamos que el plan original comprendía solamente dos visitas y que a la postre se convirtieron en una constante durante un año, para trabajadores del entonces Departamento del Distrito Federal.
Por razones de espacio dejamos para siguientes números varios aspectos más de lo que en un principio fue el Centro Cultural Mexicano Libanés que se convertiría, en 1994, en el Instituto Cultural Mexicano Libanés, A.C.