EL ARQUITECTO FRANCISCO GONZÁLEZ-PULIDO ORGULLOSO DE SU TRABAJO EN OAXACA
designboom es una plataforma virtual que difunde los proyectos urbanísticos, arquitectónicos y artísticos más destacados en el ámbito mundial. El pasado mes de junio, designboom le realizó una amplia entrevista a Francisco González-Pulido, arquitecto mexicano con proyectos en diversas partes del mundo, quien vive en Chicago y desde hace años dirige Jahn, la compañía fundada por el arquitecto alemán Helmut Jahn. La plataforma lo describe como “Lector voraz, músico empedernido, diseñador de aeropuertos y de rascacielos”.
Francisco González-Pulido relata, entre otras experiencias internacionales, dos destacadas en Hispanoamérica: el Orquideario de Oaxaca y el nuevo estadio de beisbol para los Diablos Rojos en la Ciudad de México.
El Orquideario de Oaxaca es un pequeño pabellón en el Jardín Etnobotánico de Oaxaca que mide 11 metros de lado, por 5.5 metros de altura. Se proyectó con esta altura para mantener intacta la imagen del templo de Santo Domingo desde la calle.
El arquitecto afirma que tomó doce años conseguir el dinero para construirlo. “En cuanto a su manufactura y sus sistemas sustentables se trata de un concepto único en su género en México. La geotermia es pionera en el país, concepto que permitió la eliminación de sistemas de aire acondicionado para regular la temperatura de las cámaras. En la parte central del edificio hay un retén de captación de agua que se reutiliza para nebulizar las cámaras, y la poca energía que los nebulizadores consumen está provista por páneles solares. Toda la mano de obra es local, oaxaqueña; por ejemplo, fue un herrero quien trabajó el acero, no un acerero. Además, los herrajes de soporte del cristal en los páneles verticales son un diseño a compresión que hasta ahora no se ha utilizado en México todavía. Alejandro de Ávila y su equipo están trabajando en el paisajismo para integrarlo al resto del jardín, pues se encuentra en la esquina noroeste del predio. La narrativa consiste en hacer el recorrido y descubrirlo solo al final”.
En cuanto al el nuevo estadio de béisbol en la Ciudad de México, González- Pulido afirma que le llegó la invitación a través de Alonso de Garay. “Alfredo Harp estaba trabajando con otro estudio internacional con mucha experiencia en la tipología, pero al parecer no estaba tan convencido con el resultado. Gracias a Alonso pudimos presentarle en noviembre del año pasado una propuesta diferente, que recibió todo el apoyo no sólo de él sino también de Isabel, su mujer. Nuestro diferenciador consistía en que está perfectamente integrado al entorno. Para ellos, el entorno es tanto o más importante que la obra misma. La cuestión reside en cómo integrar el perímetro.
“En lo personal, mi idea central fue destruir la tipología del estadio americano: quería hacer un edificio abierto, poroso, urbano, y no una plancha de asfalto —un estacionamiento— con un estadio en el centro. Este es nuestro proyecto más importante en el mercado latinoamericano hasta el momento”.