FESTIVAL DE JAZZ
El jazz tiene más de cien años, es la aportación musical más importante del siglo pasado y, como corresponde a una manifestación cultural tan difícil y al mismo tiempo tan reconocida en todo el mundo, el origen de la palabra “jazz” se pierde en el mito que la rodea. El uso más antiguo de la palabra del que se tiene registro viene de 1912 y apareció en Los Angeles Times en una referencia al pitcher del equipo Portland Beavers, Ben Henderson, quien afirmaba:
“La llamo ‘la pelota jazz’ porque ‘tiembla’ y, simplemente, no puedes hacer nada con ella”.
Sin embargo, muchos estudiosos creen que el término tiene una raíz fanti —grupo que habita en el sur de Ghana y Costa de Marfil— y se refiere al acto sexual o relativo al amor.
Joachim-Ernst Berendt, productor discográfico de jazz, intenta una definición: “Una forma de arte musical que se originó en los Estados Unidos mediante la confrontación de los negros con la música europea. La instrumentación, melodía y armonía del jazz se derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo, el fraseo y la producción de sonido, y los elementos de armonía de blues se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos”. Y continúa describiendo tres elementos básicos que distinguen al jazz de la música clásica europea: una cualidad rítmica especial conocida como swing; el papel relevante que juega la improvisación; y un sonido y un fraseo que reflejan la personalidad de los músicos ejecutantes.
Documentar la presencia del jazz en la Biblioteca Henestrosa, ya no digamos en Oaxaca, de pronto resulta complicado, no porque se carezca de registros de la misma, sino porque lo más importante de todo: los conciertos, la respuesta de público o el entusiasmo de los músicos, esa cuerda sensible que se pulsa entre todos ¿se pueden reflejar en un reporte? Digamos que lo importante ha sido abrir un espacio para la interpretación y escucha de este género tanto a público como a músicos de Oaxaca. Una oportunidad a los entusiastas del jazz, que hay muchos y de todas las generaciones, y al mismo tiempo un foro para la creatividad de músicos de Oaxaca, o que viven aquí, tanto como un ingreso por su trabajo, han sido la apuesta de la biblioteca, apoyada por la Fundación que la cobija.
La biblioteca inicia su relación con el jazz a través del programa llamado Jazz en el Cine que proyectaba películas teniendo como eje central este género musical, a través de las cuales estableció un primer contacto con los admiradores del jazz en Oaxaca, pero también con intérpretes de este género que se fueron acercando con sus propuestas de conciertos en el patio de la biblioteca. Tiempo después se organizaron proyecciones de este mismo tipo, pero seguidas inmediatamente por el concierto de un grupo en vivo, por ejemplo, la proyección de un video de Bill Evans seguido de un concierto en vivo interpretando sus piezas, o un homenaje a Charlie Parker, en el mismo sentido. De este modo, han desfilado por nuestra oferta cultural músicos y sus grupos ya muy conocidos en el ambiente de la ciudad tales como Arquímides Hernández, Julio García, Pere Soto, Ricardo Fernández, Arodi Martínez, Steven Brown, George Moore, Miguel Samperio, Leonel Pérez, Ornel Jiménez, Pablo Porras, Álvaro Torres, Christian Mendoza, Marta Sáenz, Emanuel Carrera, Leyka Mochan, Dj Mango Josué Amador y tantos que no caben en este texto, pero a quienes les manifestamos nuestro profundo reconocimiento.
Ya calibrada la respuesta de la comunidad, y en complicidad con el jazzista oaxaqueño Arquímides Hernández Mora, mejor conocido como “El Quimi”, se gestó el proyecto de organizar un ciclo de conciertos cada año, a partir de 2010, buscando establecer un festival anual. El Festival de Jazz transita a lo largo de una temporada que aglutina a los diferentes intérpretes y compositores de Oaxaca, con algunos invitados de otras geografías, quienes se organizan en ensambles, interpretando sus propias composiciones, o las ya clásicas del jazz y presentando homenajes como por ejemplo a Bill Evans, Herbie Hancock, John Coltrane, Thelonius Monk, por mencionar algunos.
Los frutos están evidentes en una comunidad cada vez más amplia de entusiastas como de músicos alrededor del jazz. El año 2014 una estupenda sesión pública de Free Jazz de Pere Soto acompañado por Gustavo Nandayapa y Alfonso Muñoz fue grabada en la biblioteca por Radio Catalunya, a la que el autor, honrándonos con su gesto, decidió nombrar Henestrosa.
El ambiente jazzístico de Oaxaca está listo para hacer un festival en grande, a la altura de cualquier festival de jazz nacional, que involucre a otros espacios e instituciones y dé oportunidad a músicos que hay muchos, tanto como públicos. El reto es para todos.