Editorial
Este es un número especial del Boletín FAHHO porque las condiciones que vive el mundo son excepcionales. Estamos pasando por un paréntesis en la vida, no solo nuestra, sino del planeta, queremos invitarlos a dirigir nuestra mirada hacia otra parte: a la naturaleza.
El encierro le ha permitido manifestarse de diferentes maneras, así, vemos delfines en Venecia, venados y osos caminando por las calles desiertas y jabalíes olfateando las grandes avenidas. Al bajar la actividad humana –y por lo tanto el ruido urbano–, los animales han recobrado confianza y curiosean en lugares adonde no se atrevían a pasar. En Oaxaca, las escenas de cientos, si no es que miles, de delfines que se acercan a la costa son totalmente insólitas. Llegó el COVID-19, y con él también llegó la posibilidad de ser más conscientes del canto de los pájaros. Esta primavera, como ninguna otra, hemos podido apreciarlo con ahínco. Los pájaros nos iluminan el día y nos enseñan la hermosura de la comunicación entre ellos. Las aves, a lo largo de la historia de la humanidad, nos han dado cobijo y sustento, se les ha relacionado con la libertad, la independencia, la esperanza, la paz, lo divino, la fertilidad, la abundancia y un largo etcétera. Es por ello que en el Boletín FAHHO, por primera vez, hemos decidido voltear todos hacia el tema de las aves. Cada institución, desde su propio quehacer, ha estado vinculada de una u otra manera a estos seres enigmáticos que alegran nuestras vidas. Cada una tiene historias que contar para ayudarnos a voltear hacia un lugar esperanzador.