Aves y música
La música, en el inicio de los tiempos fue una enseñanza de las aves. En su lenguaje, sus trinos y voces, la primitiva humanidad conoció la afinación y las melodías que, sumados al color, la belleza y la gracia en el vuelo de los pájaros, nunca han dejado de inspirar el espíritu creativo. De ahí que innumerables motivos y obras musicales aludan o imiten esos cantos primitivos, aún presentes.
Si era evidente la relación de los cantos, desde la aurora, con los que ha despertado el ser humano en los remotos parajes al principio de los tiempos, se ha descubierto recientemente algo sorpresivo que anuda más, si esto es posible, el vínculo entre aves y música: esto es, el descubrimiento, en algunas cuevas, de los instrumentos más antiguos de los que se tiene noticia, situadas en Geissenklösterle, en territorios de la actual Alemania: flautas hechas a partir de huesos de aves, especialmente del buitre leonado (Gyps fulvus), que datan de cerca de 40 000 años de antigüedad.
Así que la historia de la relación entre las aves y la música, lejos de ser anecdótica o de una belleza melódica fácil, es uno de los pilares civilizatorios de la humanidad. De ahí que, para hablar de la música, lo primero es tomar en cuenta que lo que escuchamos en el campo y la ciudad, el lenguaje canoro, es un repertorio inagotable que ha permitido constituir lo que se ha dado en llamar verdaderas “Bibliotecas de Cantos de Aves”, en las que los especialistas –no sin ayuda de apasionados pajareros, y aficionados curiosos de esas maravillas volantes, como Mercurio, los ángeles y toda clase de seres mitológicos alados– incorporan de manera sistemática grabaciones cortas o extensas, esa polifonía de la que apenas conocemos nada los habitantes de las ciudades. Solo para dar una idea de esas bibliotecas, recomendamos asomarse a la Biblioteca de Sonidos Aves de México, que posee una lista muy interesante de repositorios en universidades y centros especializados de muchos países del mundo.
Por su parte, solo para despertar la curiosidad, la maestra Claudine Gómez-Vuistaz, profesora de Clavecín y Música Antigua en el Conservatorio Nacional de Música, propone unas cuantas obras –las hay innumerables– e invita a escuchar de otra manera el canto de las aves y así recordar la conversación entre los pájaros y los compositores desde siglos atrás. Desde luego, en numerosas sinfonías hay pasajes en los que claramente hay citas, por así decir, de cantos y trinos de gran belleza y musicalidad.
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Jean Vaillant (ca. 1360-1390)
Par maintes foys
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Clément Janequin (ca. 1485 – 1558)
Chanson des oiseaux
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Francois Couperin (París, 10 de noviembre de 1668- 11 de septiembre de 1733)
Le rossignol en amour
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Jean Philippe Rameau, (Dijon, 25 de septiembre de 1683 – París, 12 de septiembre de 1764)
Le rappel des oiseaux
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Louis-Claude Daquin (4 de julio de 1694 – 15 de junio de 1772)
Le coucou
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Camille Saint-Saëns (París, 9 de octubre de 1835-Argel, 16 de diciembre de 1921)
El Cisne
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Pau Casals (El Vendrell, Tarragona, 29 de diciembre de 1876 – San Juan, Puerto Rico, 22 de octubre de 1973)
Cant dels ocells
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Ottorino Respighi (Bolonia, 9 de julio de 1879 – Roma, 18 de abril de 1936)
Gli Ucelli