Nuestro querido Nacho
Nacho Toscano fue muy cercano a la Fundación, era un miembro más de nuestra familia. Pasaba horas y horas en San Pablo, disfrutaba nuestros eventos, conciertos y proyectos. Fue un aliado entrañable y, además, miembro del consejo de nuestro boletín. El apoyo de Alfredo Harp fue fundamental para Instrumenta Verano, que fue el gran sueño de Nacho, por eso eligió vivir en Oaxaca y logró concretar su proyecto de educación y difusión musical que tanto bien hizo a Oaxaca y unos años a Puebla. Extrañamos a Nacho, sus palabras amables, las comidas de los jueves, sus bailes memorables, su caballerosidad y, más que nada, su amistad profunda. “Seamos serios” y sonreía con una mirada cariñosa. Donde esté, su alma seguirá llena de música.