Modos de pensar / modos de hacer
El Museo Reimaginado es una plataforma donde los profesionales de los museos del mundo se reúnen para formar relaciones laborales, crear y desarrollar oportunidades de colaboración, compartir información y generar alianzas potenciales. A finales de 2019, Oaxaca fue su anfitrión, y estuvo organizado por múltiples instituciones, entre ellas, la Fundación TyPA (Teoría y Práctica de las Artes), American Alliance of Museums, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, el Museo de la Filatelia de Oaxaca, el Museo Universitario Arte Contemporáneo, el Museo de las Constituciones de la UNAM, el Museo Interactivo de Economía y Papalote Museo del Niño.
El pasado noviembre, el Museo Reimaginado, con el propósito de reformular la expresión de valores sociales, culturales y ambientales, puso en discusión opciones a dilemas coyunturales y estimuló la construcción de compromisos colectivos de impacto cívico. Inspirado en Oaxaca, el programa se enfocó en los desafíos y responsabilidades de la convivencia entre personas de diverso origen social, político y cultural, sin dejar de lado la convivencia con el medio ambiente.
El encuentro, que ha tenido dos ediciones previas –en 2015, en Buenos Aires, Argentina y en 2017, en Medellín, Colombia–, convocó a la nueva generación de profesionales de América con el objetivo de seguir nutriendo a una masa crítica de innovadores que ha demostrado estar dispuesta a impulsar una transformación positiva en los museos de la región.
El programa se diseñó en torno a la premisa de que las sesiones faciliten la construcción de una red de contactos entre instituciones y profesionales con el objetivo de generar nuevas líneas de pensamiento y acción, e impulsar iniciativas y proyectos a través de alianzas para incrementar la visibilidad.
Asistieron 792 participantes con perfiles variados: comunicadores, conservadores, curadores, administradores, gestores de colecciones, directores, educadores, investigadores, diseñadores, museógrafos, programadores de contenidos, artistas, estudiantes, profesionales independientes, consultores de museos y académicos. Se logró también la participación de interesados que actúan en el campo museístico como proveedores, representantes de otras organizaciones culturales como bibliotecas, parques, archivos, etc. Estuvieron representados 23 países: Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Israel, México, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, Suecia y Uruguay.
Participaron diversas instituciones de América, entre las que estuvieron museos de artes, museos universitarios, museos de ciencia, museos generales/regionales o de ciudad, museos de historia, organismos públicos, museos de los niños, museos de memoria, museos comunitarios, asociaciones de museos, museos etnográficos, museos de culturas populares, centros culturales, jardines botánicos y bibliotecas, entre otras instituciones culturales. Se apuntó con énfasis particular a una nueva generación de profesionales de museos, que estén promediando su carrera y tengan responsabilidad como para iniciar y gestionar el cambio en sus instituciones. ¿Cómo pueden los museos desarrollar capacidades que contribuyan a vivir en una sociedad mejor? ¿Cómo aprenden a diagnosticar e interpretar problemas sociales de fondo y diseñar un comportamiento institucional que los aborde? ¿Qué significa esto en un escenario tan diverso como el de América Latina? ¿Cuáles son los valores civiles que las instituciones culturales pueden promover para una mejor convivencia social? Estos y otros temas fueron analizados por el conjunto de profesionales.
Entre los cientos de comentarios de los ponentes, recordamos que Michael John Gorman afirmó que: “Vivimos en un momento en que los museos se están redefiniendo, deben modificar su abordaje para mantenerse relevantes en este mundo cambiante y volátil”. Jorge Melguizo comentó que: “Necesitamos museos que abran sus puertas, no que se encierren en sí mismos. Que interpreten el presente (no solo el pasado), que nos anticipen este futuro de Latinoamérica que muchas veces parece tan incierto”. Hilary Carty afirmó que: “Los museos son espacios de confianza, espacios donde las personas pueden juntarse, debatir, comprometerse, agitar e intentar hacer una diferencia”. Y Amarela Varela Huerta completó la reflexión diciendo que: “Son espacios propicios para una hospitalidad radical. Espacios de encuentro, de diálogo, desde donde hay que producir preguntas. En estos tiempos tan violentos, son como treguas”. Luis Manjarrés afirmó que: “El rol de los museos es estar vivos y ser pertinentes para las comunidades. Trabajar constantemente para, por y con la gente. Ser escenarios de encuentro para propiciar transformación y ser detonadores de cambio social”, y con un argumento sencillo, pero contundente, Alejandra Estrada habló sobre el significado de la profesión: “Los museos tienen un importante carácter simbólico que les da la posibilidad de modificar su contexto. Tienen la labor, sobre todo, de darle sentido al lugar en que vivimos”.