Filatelia con ciencia y consciencia
El medio en el que vivimos está íntimamente relacionado con casi todo lo que hacemos, por ejemplo: en dónde vivimos, las actividades al aire libre que realizamos, los alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua, el suelo, entre otros. Sin embargo, en los últimos años, la calidad del medio ambiente ha sufrido diversos cambios debido a la contaminación, la deforestación, el uso de combustibles fósiles, por mencionar algunas razones. Conocemos las causas de los problemas ambientales por los que atravesamos; sabemos que una de estas es el uso desmedido de los recursos naturales, y que la cultura ambiental que se nos ha dado no es la adecuada o suficiente.
Algunas fechas que la Organización de las Naciones Unidas ha instaurado como importantes en este tema son: el Día Mundial del Agua, a celebrarse el próximo 22 de marzo, el Día de la Tierra, el 22 de abril y el 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente. Son celebraciones que tienen como objetivo ampliar nuestra reflexión y promover el cambio de nuestra conducta como individuos y como sociedad, en el sentido de responsabilidad en cuanto a la conservación y mejora del medio ambiente. Es necesario trabajar con temas como el uso de plásticos, la calidad del aire, del agua y del suelo, entre otros. A lo largo del año se encuentran otras celebraciones relacionadas con el medio ambiente o que promueven valores sobre los seres vivos y el cambio de estilos de vida, como el Día Mundial Sin Auto, Día Mundial de las Aves, Día Mundial de la Agricultura, entre otros que buscan mitigar la crisis ambiental en el mundo y promover, con un enfoque cultural, la toma de conciencia y la responsabilidad individual y colectiva hacia el cuidado de los recursos naturales.
En estos temas, la filatelia forma parte importante de la difusión en los ámbitos nacional y mundial, ya que envía claros mensajes mediante los múltiples viajes de los timbres postales, desempeñándose como embajadora en pro de una cultura ambiental consciente.
En nuestro país, esta preocupación ha llevado al Servicio Postal Mexicano a sumar su granito de arena y emitir timbres de 345 especies de la fauna y 60 de la flora amenazadas o en peligro de extinción, en tres planillas: “Conservemos las Especies”, integrada por 48 estampillas y dos etiquetas alusivas a la emisión, es decir, 24 estampillas en dos juegos que integran una hoja con 48 estampillas, que se emitió y fue cancelada el 6 de julio de 1994. La planilla hace hincapié en las especies animales en peligro de extinción más representativas de México.
Otro caso es el de “Conservemos las Especies de México”, integrada por 24 estampillas con valor facial y una sin valor donde va el título de la emisión, cancelada el 2 de octubre de 1996 y, “Conservemos las Especies Marinas de México”, conformada por 25 estampillas con un valor facial de $2.30 cada una, en donde no solo se plantea la preservación de las mismas, sino que, de manera integral, se incluyen diversos ecosistemas. Esta última representó a México en la Feria de los Océanos de la Expo Lisboa 1998. Un aspecto interesante de estas planillas es que contienen marcas especiales hechas con tinta de seguridad que se detectan a contraluz o a través de luz ultravioleta, donde se observan algunas alegorías de cómo representaban los antiguos mexicanos a estas especies. Puedes encontrar estas planillas en la Bóveda Filatélica del Museo de la Filatelia de Oaxaca.
Muchas organizaciones e instituciones filatélicas y culturales de diferentes países reconocen la importancia de los recursos naturales y las especies de plantas y animales que se encuentran en peligro de extinción. Por medio de sus colecciones filatélicas, se suman a los esfuerzos que se realizan por difundir aspectos importantes de la biodiversidad y en pro de la conservación de las especies en peligro. Se pretende formar entre la población una cultura ecológica, para generar así una conciencia ambiental a partir de diferentes instrumentos didácticos como fotografías, pinturas y timbres postales. El objetivo es generar la solidaridad y el respeto, así como proponer nuevas acciones para contrarrestar el consumo desenfrenado de los recursos naturales y promover el cambio de valores hacia el medio ambiente.
Es importante llevar a cabo la divulgación de la ciencia para las generaciones venideras, debido a que no se puede conservar algo que no se conoce. Cuando uno conoce algo y sabe los beneficios que brinda, puede enfatizar su cuidado. Es por ello que tanto las instituciones, los medios de comunicación, los científicos y escritores debemos trabajar en conjunto para generar actividades que acerquen el conocimiento científico a la sociedad, y así promover la participación voluntaria en actividades que beneficien al medio ambiente.