Metáforas de copal en San Pedro Taviche
San Pedro Taviche es un municipio que pertenece al distrito de Ocotlán de Morelos, ubicado a 72 km de la ciudad de Oaxaca. Sus caminos, después de Ocotlán, son de terracería. A pesar de estar cercano a la Sierra Sur, su paisaje es árido: cactus de diferentes tamaños y una variedad considerable de magueyes, los cuales se pueden mirar a orillas del camino o en los peñascos de la comunidad. A lo lejos, contrasta el azul verdoso de las altas montañas de la Sierra Sur. De vez en cuando se observa un copal, que protagoniza el paisaje. De la misma manera, con poca regularidad, se observan automovilistas o motociclistas en la carretera. El pastoreo a pequeña escala también se vuelve una práctica común en la región.
Ante la expectativa de imaginar a la comunidad y, sobre todo, a los talleres de maestras y maestros artesanos que tallan la madera, visitamos al maestro Pablo Ríos Méndez, quien nos compartió parte de la historia de la talla de madera en la comunidad de San Pedro Taviche.
En el lugar de trabajo del maestro Pablo, a través de una ventana se observa una vista muy armónica hacia su comunidad. En la plática nos compartió parte de su trabajo, de su historia como tallador de madera y “creador de piezas fantásticas”, como él dice. La maestría con la que transforma la madera de copal es un trabajo que tuvo sus inicios a la edad de diez años, cuando ayudaba a su papá en la talla, sin la aplicación de pinturas. Seis años tuvieron que pasar para tener contacto con ese otro universo paralelo: el color. El maestro comenta su quehacer en la talla de madera: en un primer momento se ubican las partes del tronco, luego se imagina la propuesta que va a moldear con sus instrumentos de trabajo (cuchillo y machete) y se cuestiona: ¿Lo primero que se va a elaborar es una pieza fantástica o una pieza realista? Una pieza realista es la que se asemeja a los animales, y una fantástica es aquella pieza única, irrepetible, así lo comenta el maestro Pablo.
Durante la plática, de pronto percibo una pieza colocada en una mesa de su taller: un venado con una armonía cromática muy acentuada en tonos azules, líneas que denotan años de experiencia y praxis artesanal. ¿Qué tipo de piezas le gusta trabajar? El maestro toma un breve momento, mirando a su alrededor, y comparte: “Me gustan ambas formas de trabajar la madera, lo que es un pedido realista y lo que es fantástico, pero, de forma personal, lo fantástico es algo de autoría propia, te pide… echar a volar más la imaginación, ese trabajo me gusta más”. Como si se tratara de un consejo para poder admirar una buena talla de madera, el maestro Pablo nos menciona la importancia de conocer la paleta de colores a utilizar, al momento de transformar los troncos y dotarlos de color. Tiene que existir un equilibrio entre colores vivos y la pintura base. Sin lugar a dudas, la talla de madera es un diálogo con el “corazón de un árbol”, y con las sensaciones que proyectan una gama de colores previamente pensadas por maestras y maestros artesanos.
La siguiente es una de las preguntas inevitables surgidas en la plática: ¿Qué significa la talla de madera en su vida? “¡Híjole, la talla de madera en mi vida ha significado prácticamente todo! Porque en la talla de madera encuentra uno desde un mínimo detalle, hasta nuevas formas de trabajo, nuevas ideas con las que uno tiene que seguir creciendo, eso ha significado en mi vida la talla de madera”. La dedicación artesanal en las comunidades es una praxis llevada a cabo históricamente desde el núcleo familiar. Las diferentes etapas por las que transita un tallador de madera permiten ver un trabajo final muy detallado. Actualmente, la cifra comentada por el maestro Pablo Ríos asciende, aproximadamente, a cincuenta talleres familiares en la comunidad de San Pedro Taviche dedicados a la talla y decorado de madera. La comercialización ha sido estable, todos los días viernes, desde hace seis años, en el mercado de Ocotlán de Morelos, puedes encontrar el copal, pero esta vez metaforizado por las manos y tallado por la imaginación de las y los maestros artesanos.
En el futuro esperan dar a conocer más el trabajo y la dedicación de su gente en esta noble actividad. Gracias a su organización interna y praxis comunitaria, si bien anteriormente en San Pedro Taviche solamente se dedicaban a tallar madera y venderla en otros talleres cercanos a la capital para que pudiera ser pintada y comercializada, ahora han encontrado espacios para vender sus piezas a un público diverso.