Impacto de la reforestación urbana
Utilizando la metodología i-Tree Eco evaluamos la reforestación urbana que ha realizado la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca de Juárez, lo cual incluye las características de los árboles sembrados, lo que nos permite entender la estructura, la función y el valor de este bosque urbano de 797 árboles sembrados. Predominan tres especies comunes, Tabebuia rosea, Tabebuia donnell-smithii y Fraxinus uhdei. Esta reforestación cubre una superficie de casi 1.4 hectáreas. Algunos de los impactos benéficos evaluados son:
Eliminación de la contaminación del aire
Este bosque urbano nos ayuda a mejorar la mala calidad del aire, reduce la temperatura, elimina los contaminantes y reduce el consumo de energía de la infraestructura urbana, por consiguiente, reduce las emisiones de contaminantes del aire de las fuentes eléctricas. Dentro de los contaminantes que se eliminan se encuentra el ozono (O3), monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de sulfuro (SO2). Se estima que este arbolado urbano elimina 56 kilogramos de la contaminación del aire por año.
Almacenamiento y retención de carbono
El almacenamiento de carbono es otra manera en la que los árboles pueden influenciar en el cambio climático global. Conforme un árbol crece, almacena más carbono sujetándolo en su tejido. Cuando el árbol se muere y descompone, nuevamente libera la mayoría del carbono almacenado a la atmósfera. Se calcula que los árboles de la ciudad de Oaxaca almacenan 32 toneladas de carbono. Los árboles urbanos ayudan a mitigar el cambio climático, retienen el carbono atmosférico (dióxido de carbono) en sus tejidos, y al modificar el uso de la energía en la infraestructura urbana, por consiguiente, modifican las emisiones de dióxido de carbono de las fuentes eléctricas y de combustibles fósiles.
Estos árboles reducen la cantidad de carbono en la atmósfera al retener el carbono en el crecimiento nuevo cada año. La cantidad de carbono retenida anualmente aumenta con el tamaño y la salud de los árboles. Al año, este arbolado urbano retiene casi 3.5 toneladas métricas de carbono.
Producción de oxígeno
La producción de oxígeno es uno de los beneficios más importantes de esta reforestación urbana. La producción anual de oxígeno de un árbol está directamente relacionada con la cantidad de carbono secuestrado por el árbol, la cual está vinculada con la acumulación de biomasa del árbol. Se calcula que esta reforestación urbana produce 9.3 toneladas métricas de oxígeno al año.
Escurrimiento evitado
Durante los eventos de precipitación, cierta cantidad se ve interceptada por la vegetación, mientras que la otra alcanza el suelo. La cantidad de precipitación que llega al suelo y no se filtra se vuelve escurrimiento superficial. En las áreas urbanas, la gran extensión de superficies impermeables aumenta la cantidad de escurrimiento superficial. Sin embargo, esta reforestación urbana es benéfica porque reduce el escurrimiento superficial. Los árboles interceptan la precipitación, mientras que sus sistemas de raíces promueven la infiltración y el almacenamiento en el suelo. Los árboles de esta reforestación urbana ayudan a reducir el escurrimiento por casi 213 metros cúbicos al año.
Como podemos observar, los impactos de la reforestación urbana son de vital importancia para reducir la contaminación ambiental y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, así como la reducción del ruido, regulación del clima y la arquitectura del paisaje. El compromiso de la ciudadanía en su cuidado y las sinergias entre los diferentes actores de la sociedad civil e instituciones son necesarios para mantener en un estado adecuado, con un buen manejo, el arbolado urbano, en una ciudad como la nuestra, Patrimonio Cultural de la Humanidad.